Los marconi
Recuerdo además que en cada luto de mi casa, se abría un fólder donde se agrupaban todos los marconi que llevaba en una bicicleta medio chueca, un flaco y lánguido cartero, que obviamente era odiado y perseguido por todos los perros de la cuadra; antipatía recíproca expresada con piedras, ladridos e insultos.