Los bosques suelen ser percibidos como paisajes de un paraíso no modificado por la acción humana. Ellos parecen dados para la contemplación virtuosa que despierta en algunos una espiritualidad dormida. En otros casos los bosques son vinculados con nociones de oscuridad, misterio y peligro.
A la Corte Constitucional se le acabó la paciencia y en su Auto, tras una dura reprimenda contra todas las entidades y autoridades “accionadas y vinculadas”, empezando por el Gobierno nacional, las conmina a cumplir sus requerimientos, tanto más en cuanto que con la pandemia se han exacerbado las causales que determinaron la actuación tanto por parte de la CIDH como de la la Corte Constitucional.
Susii en wayuunaiki significa flor, y con este llamado creativo y al mismo tiempo empoderante, respecto de las lamentablemente ya populares flores de plástico del desierto, no solamente afectan estéticamente el exótico paisaje de la extrema guajira, si no que también ponen en peligro el equilibrio medio ambiental.
Es inexcusable, no se admite la elusión de responsabilidades. Aberrante e indigno que entre el Hospital y Medicina Legal no exista comunión de interés y apropiación por el trato digno, por una ruta sanitaria que preserve la vida y dignifique la muerte.
Esta exacerbación de movimientos por la representación, está llegando a los terrenos de la producción audiovisual, específicamente, me quiero referir a los llamados cómics como creación fabulesca o de ficción.
Las matronas de mi tierra están todas hechas en el mismo molde.
Foto: © Alejandro Cock P.
Esos días estaban llenos de prescripciones minuciosas como las de preparar dulces y potajes para obsequiar a los vecinos.
El viejo muelle te asustaba por ruinoso y destartalado; las olas lo mecían y en su vaivén sentías una lúgubre y crujiente melodía de leña mojada y divisabas las tablas desajustadas pender peligrosamente mientras besaban las agua que, como imán, las atraía.
Las preexistencias a la pandemia, tanto en el orden económico como social, hicieron de Latinoamerica la región más vulnerable a sus devastadores efectos.
Recuerdo que “romper la olla” era una tradición arraigada en nuestros pueblos y heredada de los abuelos, era el sacrificio de un animal; chivo, cerdo o gallina para preparar una gran comida que se compartía en familia, y se hacía participes a los vecinos.