El éxodo wayuu

La historia se repite casi un siglo después. Así como la familia de nuestro Gabriel García Márquez, encabezada por el Nicolás Márquez, llevaron un racimo de esclavos wayuu a Aracataca, zona bananera, la cobriza influencia de esta etnia de nuevo vive la experiencia del desanclaje y el obligado exilio, ahora buscando oportunidades y así espantar a Jamu (el hambre) que campea libérrima por sus ranchos arrebatándole la vida a sus hijos. 

Vallenato en doble sentido

Vale preguntarse, ¿Por qué se escandalizan los melómanos vallenatos por un equívoco de doble sentido y no lo hacen los paisas con su música? Hay géneros musicales que como sello de identidad tienen la frecuencia de expresiones populares de doble sentido. La parranda paisa es uno de estos, también las músicas de carnaval. De allí que, intérpretes como Dolcey Gutiérrez se llevan el galardón simbólico como “el rey de doble sentido”. Habría que recordar aquí que, algunos de los éxitos más sicalípticos de Dolcey son canciones de autores vallenatos como Manuel “El papa” Guerra y el profesor Adalberto Camargo, ambos de Chorreras y residentes en Distracción. 

El año decisivo de Dasuki

Es desconcertante el divorcio que ha tenido el alcalde con el pueblo que se volcó a votar por él, que lo encumbró en los últimos años como una de las figuras más prometedoras de la política regional. En la reciente navidad, un esperpento presentado como gigante árbol navideño, fue escogido por sus críticos como el símbolo de la improvisación y la falta de tino de su gobierno, nunca una obra de ornato urbano había sido objeto de tanta ridiculización en la ciudad. El pueblo siempre busca objetivar sus representaciones, dice la sociología, así que el árbol navideño de la calle 16 fue el centro de burlas y apropiado como símbolo del gobierno actual.

Garabateando un chandé

En entrevista concedida a El Heraldo, el maestro Peñaloza confirma que, denominó esta canción que sería elegida en  1979 como el himno del carnaval de Barranquilla, como un garabato. “Para hacerle los arreglos me ayudó un trío de jazz de Panamá que se llamaba Set Rose trío. Le pusimos un ritmo muy propio de la costa atlántica, alegórico al Carnaval de Barranquilla. Yo quería hacer algo que trascendiera. Se me ocurrió bautizarlo danza de Garabato y no “del” Garabato o chandé como suele decírsele erróneamente”.

La “esencia” de la música vallenata

Se ha demostrado ya que la mayoría de canciones vallenatas no son narrativas, así que esa forma expresiva tampoco es la esencia; que no todo vallenato nació en los campos y potreros, luego no depende de dónde se hace y que, si algunos creen que la poesía es su principal polo, no sé qué tiene de poesía canciones vallenatas como “La puerca”, “La perra”, “La yuca y la tajá”, “La espelucá” o “Me tiene pechichón” (más conocido como “El hombre es como el perro”).

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