En 1942 se prohibió el guayuco en La Guajira

Por Fredy González Zubiría – Investigador cultural*. 

Cerca de dos siglos, fue necesario para que Colombia reconociera los derechos de los pueblos indígenas. El artículo 7° de la Constitución reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la nación. Es el derecho de los indígenas a utilizar en cualquier lugar del territorio, sus atuendos tradicionales sin que sean discriminados.

Demasiado tarde llegó ese derecho para el pueblo wayuu, en especial para los varones de la etnia, los cuales han venido abandonando paulatinamente su vestuario tradicional y reemplazándolo por pantalones occidentales, sobreviviendo apenas una prenda: el calzado (waireña).

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El caso de la prenda del varón wayuu, llamado guayuco cuyo nombre en wayuunaiki es aichee, que significa taparrabo, acompañado de la si’ira que es la faja; fue por el hecho de no cubrir por completo las nalgas y piernas. Las autoridades colombianas la denominaron como incivilizada y salvaje.

La prohibición explícita vino por decreto. El 29 de julio de 1942, el comisario Francisco Cubillos expidió el Decreto 40 prohibiendo el uso del guayuco en los cascos urbanos de la Guajira y estableció multas y sanciones a quien no obedeciera la nueva norma:

Artículo 1. A partir de la vigencia de este decreto, todo indígena que entre a cualquier poblado del territorio, deberá hacerlo cubierto con sus mantas típicas u otro vestido, en formas en que queden debidamente tapadas, las partes desde la cintura hasta la rodilla inclusive.

Artículo 2. El indígena que se resistiere en cualquier forma a obedecer lo estatuido por el presente decreto, incurrirá en multas de dos a diez pesos, convertibles en arresto.

Diseñadores de moda se inspiraron en la cultura indígena, y hoy en día la tanga es un éxito en ventas.

A partir de ese día fue ilegal la entrada con guayuco a los cascos urbanos de Uribia, Manaure, Maicao y Carraipía, poblados fundados en territorio indígena.

Así se inició la costumbre que muchos wayuu practican en la actualidad: llegar a los cascos urbanos con una toalla o mantica amarrada a la cintura.

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Treinta años después, el diseñador italiano Carlos Ficardi y el empresario de modas austriaco Rudi Gerneich se hicieron famosos por inventar la tanga como ropa interior y vestido de baño, inspirados en el vestuario de los pueblos indígenas de América, todos similares al guayuco. En los siguientes 30 años, la venta de tangas dejaría 4 billones de dólares en ganancias a nivel mundial.

*Las opiniones expresadas en este espacio son responsabilidad de sus creadores y no reflejan la posición editorial de revistaentornos.com

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