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Un mundo de mariposas

Por Weildler Guerra Curvelo*.

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Se abrió al público en la Biblioteca Luis Angel Arango una fascinante exposición llamada ‘Un mundo de mariposas’, cuya curaduría estuvo a cargo de Patricia Londoño y Karim León Vargas. En Colombia, se encuentran cerca de tres mil doscientas especies y es considerado el segundo país más rico del planeta en mariposas y algunas existen solo en esta parte del mundo.  Según las curadoras esta exposición documenta su belleza, variedad e importancia. Al recorrerla el visitante se traslada inexorablemente a la infancia y al  inolvidable poema de Rafael Pombo: “Mariposa/ vagarosa/ rica en tinte y en donaire/¿Qué haces tú de rosa en rosa?/¿De qué vives en el aire?/”.

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Los insectos están presentes en las narraciones míticas sudamericanas en los que a cada especie se les otorga atributos sociales y también un tipo de código moral. En el universo wayuu a las hormigas se les considera antiguos comerciantes que llevaban sus mercaderías en caravanas. A las termitas se les concibe como hábiles constructores de caminos en el tiempo primordial. Las libélulas y mariposas actúan como emisarios de las lluvias que en esta sociedad son personificadas por Juya un ser mítico hipermasculino que posee un marcado carácter fecundador.

En una narración recogida por el escritor indígena Miguel Angel Jusayuu, llamada La Mariposa y la Libélula, Juya envía a la primera a percatarse de la situación de sus hijos, pero esta solo se aproxima superficialmente al territorio wayuu. Por temor a morir de hambre y de sed la mariposa no hace un recorrido completo de la tierra y regresa ante Juya declarando que nada les sucede a sus hijos y que el agua abunda en los caminos. El ser mítico desconfía de lo declarado por la mariposa y envía a la libélula a cumplir la misma misión, pero esta hace un viaje minucioso por el territorio guajiro y descubre los graves padecimientos que viven los wayuu: “tus hijos están sufriendo hambre y pasando sed. Estando allá me he visto en riesgo de morir de sed. Y lo que la mariposa ha dicho “allí hay agua en abundancia que se desborda por los caminos” es solamente orina de burro le dijo a Juya, se enojó este por haberle mentido la mariposa y por eso la regañó más tarde. Lo que has hecho está muy mal. No tienes que decirme mentiras”. Y luego envió a las lluvias a las distintas comarcas  a calmar el sufrimiento de los humanos.

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Cuenta la escritora Estercilia Simanca que las mariposas son frecuentemente asociadas entre los wayuu con el alma de las mujeres fallecidas que se encuentran a la espera de un segundo entierro. Las que en su armonioso vuelo se acercan a  los humanos y se posan delicadamente cerca de ellos pueden corresponder en realidad al alma añorada de una hermana, de una tía o de la mujer amada que ha recientemente partido. Quizás por su lugar en las diversas mitologías y por nuestras infantiles vivencias las mariposas siguen siendo en nuestras mentes un arraigado arquetipo de la belleza, el amor, la sensibilidad y la imaginación.

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