Crónicas del cancionero vallenato | El cambio de mi vida. Autor: Edilberto Daza

Por Fredy González Zubiría – Investigador cultural.

Uno de los versos más emotivos del cancionero vallenato se encuentra en el tema El cambio de mi vida, del famoso compositor Edilberto Daza:

Pienso que Dios al verme tan desesperado
quiso que tú cambiaras mi triste destino.

Una muestra de humildad y de valentía en un mundo tan machista, reconocerle a la mujer la importancia de ella en su vida, en su nueva oportunidad para encontrar la felicidad.

Edilberto Daza vino al mundo en Patillal, en ese pueblo del Cesar, al igual que en Villanueva, Urumita, La Jagua del Pilar, El Molino y San Juan, en La Guajira, los músicos y los compositores nacen de manera silvestre. Crecen por ahí, en cualquier patio, en cualquier monte. No hay necesidad de sembrarlos ni de criarlos. Requiere más agua un cactus para brotar en el desierto, que esfuerzo de un muchacho de esos para crear melodías.

Hijo de Jacobo Daza Barros, de ascendencia en Camarones (La Guajira), y de la patillalera Graciela Gutiérrez. De niño se inclinó por el entrenamiento de gallos finos. Trabajó en los criaderos de Joaquín Campo y de Silvestre Maestre.

A mitad de la década de los setenta, Edilberto Daza trataba de superar la relación que tuvo con Cristina Isabel Rodríguez, esa morena de Montería. Esos amores, al final tan complicados, dejaron para los amantes de la música vallenata dos clásicos: Cristina Isabel, interpretado por Diomedes Díaz y Un llamado, cantado por Jorge Oñate.

En 1977, la familia Daza Gutiérrez cambia de casa y se establece en el barrio Obrero. El día de la mudanza, Edilberto ve a una de las vecinas del frente. Una bella colegiala, Carmen Martínez, que tenía 17 años y cursaba el último grado de bachillerato. “Los ángeles existen”, pensó Edilberto, quien quedó petrificado con la boca abierta. Debieron moverlo para sacarlo del pasmo.

El 30 de agosto lo aceptó como novio. Carmencita se sentía una princesa; le parecía una fantasía que un compositor tan famoso se enamorara de ella. Antes de ir al colegio llegaba a casa de su enamorado, en uniforme, a despedirse. Le preguntaba cómo se veía. Edilberto estaba feliz, quería casarse pronto.

El maestro, en un impulso de sinceridad, decidió notificarles a sus novias que su soltería llegaba a su fin. Viajó a La Junta, un pueblito de La Guajira. Entró a la casa de una muchacha y le anunció su matrimonio. La joven no dijo nada. Tomó una banca y se la lanzó al rostro. Salió herido de ahí. Decidió que las otras se enteraran del matrimonio por la prensa.

Noviazgo intenso y meteórico. Veintitrés días después de iniciar amores, el 22 de septiembre de 1977, Edilberto Daza y Carmen Martínez se casan. El día de grados de bachilleres en el Instituto Américas, su esposo es el padrino acompañante. A días de su boda, el acostumbrado rayo de la inspiración lo estremece nuevamente. Tocado por un destello de fervor religioso, escribe una confesión, revela fantasmas y sueños. Una romántica melodía inspirada en Carmencita, El Cambio de mi vida. Había nacido otro clásico.

EL CAMBIO DE MI VIDA (Edilberto Daza, intérprete Jorge Oñate, acordeón Raúl “El Chiche” Martínez).

Que iba yo a imaginarme que al trascurrir del tiempo
traería para mi vida un cambio tan rotundo
porque desde muy niño llevaba un sentimiento
que nubló mi existencia y opacaba mi orgullo,
pero con tu presencia mi vida ha cambiado,
todo se ha trasformado al estar junto a ti (bis).

Coro
Hoy soy un hombre feliz
y reniego de mi pasado (bis).

Así de esta manera vivía desesperado,
con paciencia esperaba que se llegara el día
y hallar la solución de olvidar el pasado,
y añoraba un futuro que fuera de alegría.
Pienso que Dios al verme tan desesperado
quiso que tú cambiaras mi triste destino.

Coro
Por eso vivo cantando
y lleno de regocijos(bis).

Yo no tengo palabras pa’ expresar lo que siento,
quisiera ser poeta como es Chema Maestre
para manifestarte cómo es mi amor de inmenso
y lo que significa el hecho de tenerte.
Miedo suelo sentir cuando estoy a tu lado
porque no me parece normal tanto amor.

Coro
Tú me quieres demasiado
y yo sin comparación (bis).

Luego de dieciocho años de matrimonio y tres hijas, Sandra, Gina Paola e Ingrid Carolina; Edilberto Daza y Carmen Martínez se separan definitivamente en 1995. Su hija Sandra, heredó el sentimiento estremecedor de su padre para la canción vallenata, en ella el talento se manifestó en el canto.

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