Carolina Pérez Pushaina, primera gobernadora del resguardo Caicemapa

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Por Estercilia Simanca Pushaina – Escritora del Pueblo Wayuu.

Tashalein, así se refería a Carolina Pérez Pushaina su madre Rosa Pushaina, que traduce “mi última hija”, al ser la menor de cinco hermanos. Carolina nació en la comunidad wayuu El Paraíso, resguardo Caicemapa, actualmente es una las autoridades administrativas más sobresalientes y proactivas en el departamento de La Guajira, hace cinco meses fue escogida por consenso entre las autoridades tradicionales del resguardo para que dirigiera los destinos del mismo, no sólo en materia administrativa sino también social.

Asumió el cargo de gobernadora de resguardo a inicios de la pandemia que obligaba a todos en su resguardo a aislarse en sus viviendas, muchos de sus habitantes dedicados a la agricultura, pequeña ganadería y artesanías, es decir, que derivan su sustento de un ingreso diario o día a día, de la venta que pudiera hacerse de una mochila en una población cercana, del carro de la cooperativa de lácteos que compraba la leche de vaca y que dejó de pasar hasta nueva orden.

Una tutela interpuesta por las autoridades desde que se decretó la cuarentena y que hasta junio no había tenido un fallo en dónde se demandaba asistencia humanitaria para los tiempos de pandemia, desde Caicemapa observaban las noticias de los auxilios enviados desde Bogotá para los más vulnerables, se escuchaban de los mercados que la administración municipal de Distracción entregaba en la zona urbana, pero que no alcanzaban para la zona rural, como suele suceder con los Pueblos Indígenas, “nosotros podemos esperar porque los indios aguantamos hambre”.

El fallo salió al poco tiempo de su escogencia y se convirtió en su hoja de ruta, en el elemento coercitivo que tiene la Constitución de 1991 y que ordenó garantizar ayuda humanitaria por emergencia sanitaria del COVID-19 y mínimo vital de agua potable, entre otros derechos a los habitantes del resguardo, al poco tiempo regresó Carolina con los mercados que le garantiza a sus administrados una alimentación digna en tiempos de pandemia, lo mismo que carrotanques de agua.

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Volvió la esperanza en tiempos de la COVID-19, pero Tashalein no se conformó y continuó buscando ayudas y gestionando para su resguardo, conoce la mano de obra calificada de su resguardo en oficios tradicionales como son las artesanías y modistería, hoy las mujeres del resguardo que se dedican a la confección cuentan gracias al apoyo de empresa privada, con máquinas de coser industriales donde proyectan hacer mantas de alta calidad para el mercado regional y nacional bajo la marca Caicemapa, formalizó la escuela de artes y oficios para que artesanas de la Alta y Media Guajira vengan al resguardo a intercambiar saberes y experiencia con las artesanas de Caicemapa.

Una de sus misiones es un centro cultural para el resguardo del cual ya adelantó gestiones con recursos de agencias del orden nacional, la gobernadora del resguardo sabe que los recursos del resguardo son limitados para los planes que ella quiere ejecutar.

Profesional en ingeniería industrial de la Universidad del Santander, casada con el administrador de empresas villanuevero Enio Romero Dangond y madre de Mathias Romero Pushaina, Carolina aplica su profesionalismo y labor social de la mano de su familia quienes han cedido tiempo y espacio para apoyarla y abrigarla de regreso a casa después de arduas jornadas de trabajo comunitario.

Es de resaltar que el liderazgo de las mujeres Wayuu del sur de La Guajira existe y es fuerte, Carolina Pérez Pushaina es una prueba de ello, es de las pocas autoridades administrativas que no se excusa en la pandemia para dejar de generar cambios que generen progreso. Desde la creación del resguardo Carolina Pérez ha sido la primera mujer en ocupar el cargo de gobernadora y como tal defiende la probabilidad que las entidades territoriales indígenas, como los resguardos, sean quienes reciban los recursos del Sistema General de Regalías y del Sistema General de Participaciones de manera directa y puedan a corto plazo participar en las OCAD como los alcaldes y gobernadores en los mismos términos y condiciones.

¿Por qué Caicemapa, sigue bajo el amparo de la Ley 89 de 1890? una ley que fue expedida hace 130 años y que sus artículos 1, 5 y 40 han sido declarados inexequibles por la Corte Constitucional, es la pregunta que se hacen en La Guajira quienes han optado por el decreto 1088 de 1993, por el cual se regula la creación de las asociaciones de Cabildos y/o Autoridades Tradicionales Indígenas. Carolina considera que “aún guarda vigencia y ha sido efectiva en la manera de gobernar y porque la dignidad de gobernador o gobernadora de resguardo obedece a todo el espacio territorial, ya que Caicemapa es cuatro comunidades cercanas (Caimito, la Ceiba, Madre Vieja y Paraíso) y no dispersas como ocurre en la Alta y Media Guajira y en donde una forma de gobierno como la que establece la Ley 89 sería imposible de implementar tanto por el territorio, número de habitantes y autoridades tradicionales”.

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