Solo dos cosas tienen en común todas las especies vivas del mundo: la presencia del carbono en sus estructuras químicas y la alimentación como proceso esencial de supervivencia. Nutrirse puede ser un acto cotidiano para una célula o una batalla por la vida para un lobo; pero solo el homo sapiens ha convertido el comer en un arte. Y como toda expresión artística, la gastronomía ha desarrollado una estética propia que la convirtió en un símbolo de status social; algo así como un catalogador de estrato, porque se asume que solo quienes tienen mejores condiciones financieras pueden degustar los más exquisitos sabores.
En Riohacha no sucede así, en gran medida porque la riqueza étnica que la caracteriza ha generado, a lo largo de los años, una muy diversa y deliciosa oferta culinaria de carácter artesanal en la que abundan los sabores para todos los bolsillos y colores; así que podríamos decir que vivimos en una plena democratización del buen comer. Pero la pandemia del Covid-19 puso en riesgo este ecosistema cultural y generó la crisis financiera de muchos cocineros tradicionales cuyo esquema de ventas estaba basado en la presencialidad.
Siempre se ha dicho que en tiempos de crisis afloran los héroes, por ello en Riohacha tenemos a nuestro Gastro-Sapiens, un hombre que, sin necesidad de capa ni mucha parafernalia, asumió la misión de usar las redes sociales para darle un nuevo impulso a los negocios locales sirviendo de enlace entre los hambrientos y encerrados comensales con los restaurantes y cocineros artesanales que no habían dado el salto a la virtualidad. Algo que para un habitante de otra ciudad puede parecer muy básico, pero que en nuestra realidad amenazaba convertirse en una verdadera crisis.
Heráclides Toro Brito, nuestro Gastro-Sapiens, es un abogado penalista guajiro que convirtió su pasión en un estilo de vida cuando creó una cuenta foodie (para aficionados a la gastronomía) que hoy tiene casi seis mil seguidores, la cual cuenta con una tasa de más de mil quinientas solicitudes de recomendación por semana, lo que la ha convertido en la brújula culinaria de Riohacha. Hoy, además de deleitarnos con la oferta de los restaurantes y cocineros locales, también recomienda recetas propias con ingredientes de fácil adquisición para preparar nuestras propias delicias en casa.
Al decretarse el aislamiento, los riohacheros que otrora recorrían las calles de la ciudad en búsqueda de nuevas experiencias para el paladar tuvieron que quedarse en sus casas y, con ello, se perdieron esas “malas costumbres” que tanto nos gustaban, como destapar la olla para ver el guiso o pedir un poquito más de friche; también se puso freno a la exótica forma de atender de Santa Rita o la ceremonial atención del Chiqui, cuyos asados se cocían al carbón y también con su calor humano; pero tranquilos, contamos con nuestro amigo Heráclides, quien nos invita a navegar por sus redes y encontrar los más ricos y exóticos platos, fomentando una nueva cultura gastronómica más conectada con las nuevas tecnologías.
Para Heráclides, más que un negocio u ocupación, @Gastro_sapien (tal como aparece en Instagram) es una pasión que le condimenta la vida, al respecto nos cuenta: “En vista de esta crisis un día pensé en los pequeños negocios informales que viven del día a día, que ni siquiera redes sociales tenían, y me di a la tarea de llamar a algunos que frecuentemente solía visitar y me llevé la sorpresa de que muchos no estaban vendiendo por temor de abrir y otros porque económicamente se le hacía muy difícil, no dude en darles mi apoyo en lo que soy bueno, que es recomendar. Cada día recibo muchos mensajes de seguidores preguntándome dónde comer, qué pedir y cuánto cuesta algún plato, siendo para mí un gusto contestarles y poder atinar en sus gustos”.
Al indagar por la recomendación que mejor recuerde, con mucha emotividad se refirió al caso de Rosa, “Ella vende las mejores arepas de chichigüare y queso de la ciudad, me impactó mucho cuando me dijo que ya no aguantaba más la crisis, que necesitaba comer y pagar las deudas y servicios, así que lo asumí esa recomendación como un compromiso ineludible; el día que abrieron vendieron todo en pocas horas y, cuando ella expresó que eso fue «Gracias a Dios y a mí», fueron las palabras más gratificantes que he podido escuchar. Cada semana resalto a un empresario informal dentro de mi página, les ayudo a crear el logo de su empresa y asesorarlos en publicidad y mercadeo, especialmente desde las redes sociales”.
Imprimiéndole el sello a esta iniciativa con sentido social, @Gastro_sapien es una labor que este riohachero alterna con su profesión y que a raíz de la pandemia ha consolidado y ha visto los frutos de una tarea ardua en su recorrido diario por toda la ciudad, donde además de vivir experiencias enriquecedoras, fomenta la cultura gastronómica e impulsa los negocios locales. “El no salir de casa me llevó a que si no podía ir a los restaurantes los traje a mi casa con los domicilios, además, es esta otra forma de apoyar otro gremio que de pronto no utilizábamos antes y hoy es nuestro aliado”, puntualizó.
En la actualidad, @Gastro_sapien anuncia nuevos proyectos que prometen un recorrido más fácil y delicioso por la oferta gastronómica local bajo su orientación, recomendando a los cocineros tradicionales y negocios informales de la ciudad al igual que a los más prestigiosos restaurantes. Heráclides sabe que no está solo en esta gesta que, además de likes y reproducciones, le deja la enorme gratificación de poder ayudar.
