Una tonelada de granos para continuar
El pastor Alexander Márquez Rodríguez es quizás el único que está haciendo la labor que le corresponde al Estado, rescatar literalmente del infierno a hombres y mujeres y así sin ningún tratamiento de desintoxicación, ni terapia psicológica, psiquiátrica, la que sea que corresponda los trae a la “Casa azul” del barrio Pastrana, donde a punta de oración y contención trata de sacarlos del mundo de las drogas. Algunos de ellos venidos de alguna parte de Colombia o de Venezuela, otro con una hija que lo espera en España, pero que se rehúsa a viajar hasta no estar totalmente recuperado, una mujer y su pequeño hijo que lucha para no regresar al “Mercadito guajiro” pese al insistente pedido de su marido que no aguantó tanta contención y abandonó el proceso.