Los cantos de Hernando Marín siguen pegados en el corazón del pueblo
A Nando Marín, como lo llamaban sus más allegados, pocas veces el hilo conductor de la inspiración lo sacó de su amado territorio y pudo cantar infinidad de canciones como a ‘La dama guajira’, a una bella ‘Sanjuanerita’, a la vecina de ‘Chavita’, a la ‘La ley del embudo’, a ‘La creciente’, a ‘Los maestros’, y como hombre humilde y agradecido a su burro ‘Placeres tengo’.