Columna de Hernán Baquero Bracho
El próximo 28 de enero se cumple el centenario de uno los grandes dirigentes del Partido Liberal que tuvo Villanueva, como lo fue Ospicio Guillermo Baquero Herrera, un personajazo que engalanó a Villanueva y que dejó un legado de honestidad, de moralidad, de transparencia y de rectitud en todos sus procederes. Leal y amigo incondicional y quien le sirvió a Villanueva con el alma y el corazón y hoy, sus hijos exaltamos el centenario de su nacimiento y la nostalgia nos invade con tantos buenos recuerdos y tantas enseñanzas buenas que nos dio, para bien de todos nosotros. Su paso por la política, por la alcaldía, como dirigente gremial, como productor del campo en las áreas agrícolas y ganaderas, deja un legado para Villanueva y las futuras generaciones.
Cumplió su ciclo con inefable grandeza; heredó un pasado, construyó un presente y nos legó un futuro. Inspiró su vida en su ancestral herencia, de donde se sentía orgulloso de sus padres, Constantino Baquero Araújo y Remedio Herrera López, viejos patriarcas, adustos, generosos y laboriosos.
Si ha existido un personaje de esos valiosos de la Villanueva de antaño, fue sin lugar a dudas, Ospicio Guillermo Baquero Herrera, quien el 3 de Noviembre del año 2016 murió a los 92 años de edad, y se mantuvo activo y productivo hasta los últimos días de su vida. Valioso, porque representó el carácter, la personalidad, la honestidad y la disponibilidad de servicio a su región en las diferentes etapas donde le tocó actuar; como dirigente político se destacó en las toldas del Eduardismo, en Mayorías Liberales, con Eduardo Abuchaibe Ochoa a la cabeza. Ahí demostró su capacidad de liderazgo, sus decisiones justas, que en equipo con dirigentes y amigos, como los ya también fallecidos: Canopán Cabello, «Juancho Tite» Daza, Alberto Olivares, el teniente Duque, Rafael Lucas Martínez, y tantos otros que se me escapan de la memoria, compartía por el bien de su pueblo, al que quiso tanto, al que amó tanto y prueba de ello es que ni en los momentos más difíciles de esta población salió corriendo, como sí lo hicieron muchos y aquí permaneció, fiel a sus costumbres y a su tradición. «Picho» Baquero, como se le conocía cariñosamente, fue es y será siempre un villanuevero por excelencia.
Ospicio Guillermo Baquero Herrera, como buen líder del Partido Liberal, de centro-derecha, como siempre se caracterizó en todas las actuaciones de vida, fue un seguidor de las ideas y de los ideales de Carlos Lleras Restrepo y en su gobierno se destacó como alcalde de Villanueva en 1969 y ahí demostró la recia personalidad y la honestidad y rectitud de su vida, como cuando connotados dirigentes conservadores de su pueblo quisieron probar su autoridad y no le tembló el pulso para meterlos presos. Como él mismo lo decía que eran otras épocas, los dirigentes eran serios y honestos y no como ahora que muchos son dirigentes de pacotilla, sin ideales y sin personalidad y sin sensibilidad social; en sus últimos años fue un seguidor acérrimo de las ideas de Álvaro Uribe Vélez.
Ospicio Guillermo Baquero Herrera, como dirigente gremial, quien se destacó como una de los pioneros de la siembra del algodón, desde el año 1.953. Desde muy joven se dedicó al campo agrícola y ganadero y se puso a prueba en las Sabanas de Camperucho, ahí, como su amigo «Pepe» Castro lo describe, comenzaron a descumbrar tierras maravillosas y las hicieron a pulso, él, en las de su padre Constantino Baquero Araújo y «Pepe» en las de su familia y juntos hicieron historia en esta bella región del Cesar. El gremio algodonero lo premió y junto a «Juancho» Dangond, «Alvarito» Orozco y Tomás Gregorio Orozco, ya también fallecidos, hizo parte de la Junta Directiva de Coral, aquella agremiación famosa que se destacó en la compra y exportación del algodón y ahí en esa organización se hizo sentir otra vez en su rectitud y en su honestidad, al descubrir un acto de corrupción del gerente de esa época, con relación a vehículos importados que fue tan sonado a nivel nacional.
Ospicio Guillermo Baquero Herrera,como amigo, fue incondicional con los que tuvo , lo apreciaron y lo quisieron con demostraciones de cariño y admiración; la sinceridad y claridad con la amistad se constituyó en una de sus mejores armas para la rectitud en la relación interpersonal; muchos de ellos ya han fallecido y muchos otros están vivos (para mencionar algunos, Carlos Mario Isaza Serrano, Ramiro Ramírez Casis, Sabas Socarrás Morales, Enrique Jiménez, Armando Ovalle Quintero, Juan Manuel Daza Mojica, José Calixto Quintero Dangond, Alvaro Orozco Martínez, Tomás Gregorio Orozco Ovalle, Rodrigo Socarrás Sánchez, Canopán Cabello López, Francisco Mazeneth Fuentes, Jaime y Toño David, Juan Manuel Dangond Lacouture, José Bolivar Mattos, Jaime López Araújo, Alberto Dangond Lacouture, Amiro Morón, José Galo y Jesualdo Daza Lafaurie, Toño Dávila, Salomón D’amire, El Mello Daza Rumbo, entre otros), pero cada uno tiene un recuerdo, un detalle de lo que significó haber tenido como amigo a un personaje tan especial, como lo fue «Picho» en sus diferentes facetas: como parrandero y como enamorador sin par, pero ante todo, como dirigente de su pueblo al que nunca abandonó ni en los momentos mas aciagos que sufrió Villanueva; en esos difíciles momentos de su pueblo, jamás pensó en salir corriendo, antes por el contrario, acá se quedó con su familia, siempre honrando a Villanueva, su tierra amada; su predio ganadero lo manejó hasta una semana antes de su fallecimiento, con la misma lucidez mental y el mismo carácter que lo identificó siempre.
Ospicio Guillermo Baquero Herrera tampoco encubrió su condición de ser humano en su vida particular, ante ninguna exigencia familiar, social o gremial. La realidad es el hombre mismo, opinaba con el filósofo; de ahí que su romanticismo, en relación con la mujer, lo haya vivido y padecido terrenal e impetuosamente; A lo largo de los años, su amor estuvo signado por el fátum de la brevedad, sin embargo, no ha sido un Don Juan el individuo obsesionado por afirmarse vitalmente sobre las ruinas del amor o los apremios del instinto. Estuvo 58 años casado con Lucila Daza Lafaurie, con quien compartió su vida con altos y bajos, pero el amor venció todas las dificultades y unidos siempre estuvieron hasta su muerte; con su esposa tuvo seis hijos, todos ellos brillantes profesionales y éticos como su padre. Lucila lo recuerda a cada momento y es cuando surgen las nostalgias y más de una lágrima aflora de su alma buena y generosa; siempre me lo expresa cuando la visito «cuánta falta me hace tu papá», qué hermoso y ni qué decir de sus hijos, el guayabo continúa y es cuando Beto Baquero Daza, exalcalde de Villanueva, siente esa misma nostalgia y el corazón se le arruga ante los recuerdos de su padre y amigo y no puede contener las lágrimas en su rostro, pero se repone y expresa: “mi papá me está dando todas las bendiciones para que haga las cosas bien, como siempre me lo aconsejó”. Beto Baquero Daza y Ospicio Baquero Herrera siempre entrelazados en la honestidad, la rectitud y el carácter y eso hizo, su administración la realizo con transparencia y buenas obras y dejó un legado a los villanueveros, en su paso por la alcaldía. Por ello, en honor a él y su memoria, en su paso a la alcaldía, el concejo de Villanueva a través de acuerdo 009, se le rinde homenaje al patriarca liberal villanuevero Ospicio Guillermo Baquero Herrera, por medio del cual, la Calle Principal, que en un tiempo fue conocida como Calle Real, quedando con este acuerdo aprobado por 12 concejales, de manera unánime, como avenida Ospicio Baquero Herrera, personaje epónimo y de grata recordación para el presente y futuras generaciones, quedará permanentemente en el recuerdo de los villanueveros.
Tuvo, producto de todos los amores, 17 hijos, que siempre lo quisimos y le demostramos ese amor y lo continuamos poniendo de ejemplo en todos nuestros actos; de ahí, la personalidad, la honestidad, la justicia y la sinceridad del suscrito, como la mejor herencia que hemos recibido de nuestro padre. Hoy estás en un lugar privilegiado, al lado de Jesús, de tus padres, hermanos y hermanas y de tantos amigos que aplauden al unísono tu estadía en el Reino Celestial.
