Después de 12 años de trabajo que inició la comunidad en 2009 Tamaquito II se convirtió en el séptimo Resguardo Indígena de La Guajira, proceso que tuvo el acompañamiento de Cerrejón desde 2013 pactado en el acuerdo de traslado.
Esta comunidad wayuu se ha posicionado también como un referente internacional al ser el primer reasentamiento en Colombia en recibir esta declaración por parte de las autoridades colombianas.
Su conformación como resguardo favorece su organización cultural, social, económica, política y religiosa encaminada a la conservación de sus tradiciones y les permite acceder a recursos de la Nación y obtener una protección especial en la que cada uno de los miembros de la comunidad son propietarios de todo el territorio.
Tamaquito II está en el municipio de Barrancas, cuenta con una extensión de 300 hectáreas y también con una planta de tratamiento, operada por la propia comunidad, que permite el acceso al agua potable y al saneamiento básico de las 46 familias que allí residen.
En ese territorio ancestral se llevan a cabo proyectos productivos asociativos, se gestiona una empresa de trabajo y prestadora de servicios y, en preparación para una mejor calidad de vida dentro del acuerdo de traslado firmado con Cerrejón, se le está ofreciendo educación a más de 28 jóvenes que están cursando o se han graduado de un programa técnico, tecnológico, profesional o de posgrado en diferentes instituciones del país.
“Me siento muy contento y orgulloso porque se ha hecho realidad nuestro sueño. La constitución de este resguardo para nosotros es histórico después de 12 años en esta lucha. Quiero agradecerle a todas las familias y a todas las personas que nos apoyaron y aportaron su esfuerzo para que esto hoy sea una realidad”, afirmó Jairo Fuentes, Cabildo Gobernador de Tamaquito II.
Su conformación como resguardo favorece su organización cultural, social, económica, política y religiosa encaminada a la conservación de sus tradiciones y les permite acceder a recursos de la Nación y obtener una protección especial en la que cada uno de los miembros de la comunidad son propietarios de todo el territorio.
“Tamaquito II es un ejemplo del trabajo comprometido y de la voluntad inquebrantable de toda una comunidad por mantener el diálogo continuo con Cerrejón. Para la compañía, la declaración oficial como Resguardo Indígena representa un orgullo porque fue un reto que nos planteamos juntos y que, después de mucho esfuerzo, hemos alcanzado para permitir que ellos puedan seguir creciendo como comunidad de una manera sostenible”, señala Juan Carlos García, gerente de Reasentamientos, Tierras y Compensaciones de Cerrejón.
Agrega que esta es una muestra de que el esfuerzo y la constancia son el camino para construir el desarrollo de un territorio autónomo y sostenible en el tiempo, constituyéndose en un ejemplo de perseverancia y éxito para la región.