Abran la puerta que llegó una cumbiambera al cielo
Este domingo lloré a mi madre. Mi madre, mi cumbiambera del alma, de mis huesos, de mi corazón, de mis venas, de mi sangre y de mis pulmones. Me arrodillé ante ella. Le dije adiós.
Este domingo lloré a mi madre. Mi madre, mi cumbiambera del alma, de mis huesos, de mi corazón, de mis venas, de mi sangre y de mis pulmones. Me arrodillé ante ella. Le dije adiós.