De manera suave pero decidida, paulatinamente la apicultura en Colombia ha alcanzado un gran reconocimiento como actividad económica sostenible para quienes la practican y la cual además promueve la protección de la biodiversidad, las economías locales, así como la seguridad alimentaria de las comunidades. Colombia, es un país rico en biodiversidad, lo que le otorga una ventaja competitiva para el desarrollo de esta actividad productiva.
Es así, como con el objetivo de convocar apicultores colombianos y sus agremiaciones para incursionar en la valoración del conocimiento obtenido por la experiencia lograda gracias al trabajo en campo, así como la diferenciación de mieles con características especiales; Colciencias, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y la empresa Apiarios El Pinar realizaron un concurso a nivel nacional con el fin de seleccionar mieles especiales provenientes de diferentes regiones de Colombia, cuyas características peculiares estén asociadas a su origen botánico o y/o geográfico y la divulgación de los resultados.
Es así, como la Fundación Cerrejón como parte de su programa de Fortalecimiento del Sistema Productivo Tradicional participó del concurso, exponiendo y recibiendo mención de honor por sus mieles de Trupillo, Dividivi y Guamacho, producidas en la Granja Cerrejón, ubicada en el municipio de Uribia en temperaturas de entre 24 y 38˚ C, cosechadas principalmente en los meses de enero a junio.
Dentro de este componente en 2018 se recuperaron 10 apiarios instalados en La Granja Cerrejón que han producido 226 kg. de miel durante este año; adicionalmente en el periodo 2017-2018, se realizó el montaje de meliponarios tradicionales en las comunidades de Yamain, Pesuapa y Urraichijunai con capacidad de 10 colmenas cada uno para el fortalecimiento de la actividad productiva y la conservación de abejas nativas.
La Fundación Cerrejón, continuará fortaleciendo, a través de sus líneas de trabajo, la actividad tradicional de la economía indígena sin cambiar sus prácticas culturales, ambientales y sociales, a través de la rehabilitación, reconstrucción y construcción de la agricultura, la ganadería y la recolección, para la producción de alimentos básicos para el abastecimiento de la familia indígena.
De manera suave pero decidida, paulatinamente la apicultura en Colombia ha alcanzado un gran reconocimiento como actividad económica sostenible para quienes la practican y la cual además promueve la protección de la biodiversidad, las economías locales, así como la seguridad alimentaria de las comunidades. Colombia, es un país rico en biodiversidad, lo que le otorga una ventaja competitiva para el desarrollo de esta actividad productiva.
Es así, como con el objetivo de convocar apicultores colombianos y sus agremiaciones para incursionar en la valoración del conocimiento obtenido por la experiencia lograda gracias al trabajo en campo, así como la diferenciación de mieles con características especiales; Colciencias, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y la empresa Apiarios El Pinar realizaron un concurso a nivel nacional con el fin de seleccionar mieles especiales provenientes de diferentes regiones de Colombia, cuyas características peculiares estén asociadas a su origen botánico o y/o geográfico y la divulgación de los resultados.
Es así, como la Fundación Cerrejón como parte de su programa de Fortalecimiento del Sistema Productivo Tradicional participó del concurso, exponiendo y recibiendo mención de honor por sus mieles de Trupillo, Dividivi y Guamacho, producidas en la Granja Cerrejón, ubicada en el municipio de Uribia en temperaturas de entre 24 y 38˚ C, cosechadas principalmente en los meses de enero a junio.
Dentro de este componente en 2018 se recuperaron 10 apiarios instalados en La Granja Cerrejón que han producido 226 kg. de miel durante este año; adicionalmente en el periodo 2017-2018, se realizó el montaje de meliponarios tradicionales en las comunidades de Yamain, Pesuapa y Urraichijunai con capacidad de 10 colmenas cada uno para el fortalecimiento de la actividad productiva y la conservación de abejas nativas.
La Fundación Cerrejón, continuará fortaleciendo, a través de sus líneas de trabajo, la actividad tradicional de la economía indígena sin cambiar sus prácticas culturales, ambientales y sociales, a través de la rehabilitación, reconstrucción y construcción de la agricultura, la ganadería y la recolección, para la producción de alimentos básicos para el abastecimiento de la familia indígena.