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Por Nicole Peñalver Fonseca.
El mundo espera que la pandemia acabe. Sin embargo, nos enfrentamos a los rebrotes y las medidas de bioseguridad impuestas por los gobiernos deben ser contundentes en pro de la salud pública global.
Países europeos como España e Italia fueron el epicentro del virus en marzo y abril cuando nos encontrábamos en los primeros meses y no teníamos mucha idea de lo que se trataba este virus. Dichos países luego de que disminuyeran proporcionalmente los casos y el pueblo se vio inmerso en una crisis económica dieron paso a la reapertura. Sin embargo, a la altura del mes de noviembre se evidencia una exponencial subida en los casos lo que nos abre la puerta a la segunda ola del Coronavirus.
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Países como España e Italia han tenido protestas anti-mascarillas, esto es preocupante puesto que los gobiernos intentan impartir nuevas medidas de bioseguridad estrictas con el fin de mitigar el alcance del rebrote.
Por otro lado, a pesar de las protestas en contra de las medidas de bioseguridad, Italia ha tenido control sobre el aumento de los casos. Esto se debe a diferentes factores, tales como, capacidad masiva de realización de pruebas de Covid-19, capacidad de rastreo de contagios, medidas estrictas de confinamiento y la responsabilidad con la que acataron las normas los italianos como lo comentó Julián Miglierini a BBC Mundo, “existe un trauma colectivo, de que se repita la historia de marzo”.
Miglierini explicó a BBC que la metodología de rastreo de casos de casos se hace bajo el nombre “network test”, aplicando la prueba al círculo cercano de la persona positiva, sin importar si han tenido contacto presencial.
La primera semana de junio en Madrid no se reportó ninguna muerte por Coronavirus, lo que pudo hacer sentir seguros a los españoles, sin embargo, estos en estrategias de reactivación y en una manera más flexible de cuidarse, volvieron al punto de una exponencial alza en cuanto a nuevos casos y muertes, lo anterior no ha pasado en Latinoamérica por lo que se dice que aún estamos en la primera ola.
La segunda ola según el doctor Elmer Huerta, es menos letal, como lo dijo en su podcast de CNN, esto se debe a la información que posee el cuerpo médico que antes era desconocida o nula, a la vez la implementación responsable por parte de los ciudadanos es fundamental para no agotar la capacidad hospitalaria y las personas en situación aguda puedan ser atendidas de forma en que se pueda evitar al máximo las defunciones.
El virus puede haber mutado, no tenemos vacunas efectivas y los estudios de inmunidad no nos dan esperanzas. Por ahora lo que define la segunda ola es el cuidado de la población, la posibilidad de los gobiernos de rastrear los casos, la cantidad de camas ocupadas en los hospitales, la diferencia generacional de los contagiados actualmente.
El sarampión, la peste bubónica o el VIH/SIDA, son enfermedades que tuvieron rebrotes, en el caso del VIH llegó para quedarse. Según Mike Osterholm, director del CIDRAP (Center for Infectious Disease Research and Policy) en conversación con CNN, el virus permanecerá hasta que infecte al 60 o 70% de la población. Asimismo, para el doctor Anthony Fauci para el mismo medio, comenta que la efectividad de la vacuna es de un 70% y esta podría estar a disposición de los gobiernos alrededor de los primeros meses del 2021.