Por: Abel Medina Sierra-Investigador Cultural*
Muy a pesar que a cada rato sale algún gurú o enemigo del género a expedir certificado de defunción a la música vallenata, la más reciente Encuesta de Consumo Cultural (ECC) del Dane refrenda que, pese a la crisis y la avasallante competencia del reggaetón y la música popular de despecho, la música que se cocinó en este patio regional sigue siendo el mayor referente sonoro del país, el género preferido y de mayor consumo para los colombianos.
La ECC se aplicó en el 2017 pero solo a finales del año anterior, se dieron a conocer las cifras al público. Como lo expresa el analista cultural German Rey, el estudio permitió identificar que “La reina del consumo cultural en Colombia es la música. Los eventos a los que los colombianos prefirieron ir durante ese año fueron los conciertos, recitales y presentaciones de música en espacios abiertos o cerrados y en vivo. Esta preferencia continúa en los usos personales de internet”. El consumo musical ha venido desplazando los equipos de sonido para privilegiar las plataformas y dispositivos digitales, lo que hace que buscar, descargar y escuchar música es el principal uso de internet según nos revela la encuesta.
Con relación a los géneros musicales preferidos por los colombianos, el vallenato sigue encabezando con un 60,9 %. Nos sigue la música tropical –salsa y merengue- con un 57,6. Aquí, a favor del vallenato, tendríamos que reclamar que, si se desglosaran la salsa y el merengue como géneros distintos, la distancia no sería tan corta y se notaría más el nivel de preferencia del vallenato. Le siguen la balada (45,65 %), el reguetón (44,9 %) y la ranchera (36,2 %), en este último, cabe esa versión paisa de la música mexicana que es la música popular de despecho tan en auge en estos días.
La ECC segmenta la población, esto nos permite descubrir que entre los más jóvenes el reguetón se lleva la delantera (69,0 %) y el vallenato, el segundo lugar (53,3 %); y la música tropical, el tercero (53,1 %). Lo anterior es algo comprensible, pese a que cada vez la música vallenata logra mayor interpelación en el público juvenil, la mayoría de estos prefieren la música urbana, se trata de una afinidad hacia nuevas sonoridades discotequeras. En la ECC de comienzos de este siglo, ese lugar que hoy ocupa el reggaetón entre los jóvenes, lo tenía asegurado el rock que ha perdido público, aún entre los jóvenes colombianos.
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No es la primera vez que la música vallenata encabeza las preferencias de los colombianos a partir de encuestas oficiales. En el 2002 se divulgaron los resultados de la Encuesta Nacional de Cultura. En julio de este año el Centro Nacional de Consultoría, por encargo del Ministerio de Cultura, hizo una encuesta nacional en la que, mediante muestra aleatoria, se les hicieron a 1.090 ciudadanos algunas preguntas sobre sus hábitos culturales y sobre otros asuntos relacionados con opiniones y prácticas cotidianas. Según esta encuesta, la manifestación cultural que más hace sentir colombiano a los encuestados fue la música vallenata.
A propósito, si se tiene en cuenta el TOP 50 de los socios de Sayco con mayores ingresos en el 2004, se pudo determinar que el vallenato lidera el gusto de los colombianos, pues 24 de los 50 autores o compositores incluidos en este listado se dedican a este ritmo musical.
En la ECC del 2012, la música vallenata obtuvo un porcentaje similar a la del 2017, lo cual quiere decir que, en 5 años, el gusto y las preferencias musicales de los colombianos no cambió mucho en el tope. Le siguió la salsa y merengue con menos del 40%, baladas (38%), rancheras (28%), reggaetón (27%), el rock (18%), el pop (12%) y electrónica (8.5%) y llanera (4%).
Desde los años 90s que, la música vallenata se encaramó en las preferencias, se ha mantenido gracias a una dinámica permanente de presentaciones, grupos, escuelas, festivales que hacen de este género la de mayor número de grabaciones y ventas en el país. Se revalidan las credenciales del vallenato, se confirma su vigencia y trascendencia y eso nos alegra. En especial, es estos tiempos en que la frase “el vallenato está en crisis” se riega de boca en boca como el bostezo. El reino del vallenato se mantiene, ¡Pa que se acabe la vaina!
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