El turismo: dos décadas de planificación y una única verdad.

Por  Ivan Alvear Velaidez*

En medio de esta coyuntura política que vivimos y, cuando el turismo se configura como una de las primeras apuestas llamadas a generar desarrollo y crecimiento, con el consabido impacto para sus instituciones,  sus empresas,  su población y por supuesto sus comunidades, que finalmente  a la luz del interés son y deberían ser las mayores receptoras del bienestar generado por esta industria en su diversidad de actividades, amén de la potencialidad y de la gran oferta soportada en naturaleza, en cultura, en gastronomía y en tantos otros segmentos que la constituyen, mi memoria debe remontarse a veintitrés años atrás cuando por primera vez en territorio de  La Guajira escuché hablar de turismo.

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Fue precisamente en el contexto de campañas políticas, porque debo señalar que fueron dos campañas en las que tuve la oportunidad de trabajar como profesional de la comunicación, en esos  momentos de mis inicios en La Guajira.  No es  diferente en esta coyuntura dos décadas después, pues  se continua hablando del turismo sin que efectivamente un gobernante en turno, lo haya materializado en un apropiación que permita generar una verdadera apuesta desde lo público para la transformación del territorio en este contexto.

La cultura wayuu y sus artesanías es uno de los grandes atractivos turístico de este territorio.

Lo señalo de tal manera  porque definitivamente han sido “infinitas” las propuestas que  con recursos propios del departamento con fuentes de regalías y,  las propuestas  generadas con recursos de fondos nacionales provenientes del gobierno, que han sido  asignados para  elaborar planes de desarrollo sectoriales  en turismo que atinen  a concretar la apuesta de planificación más adecuada para el desarrollo de este sector.

Se cuenta por lo menos, sumando el  departamento y el Distrito de Riohacha,  una docena de ellos que abundan en literatura diagnóstica, en plantear y enunciar  proyectos, agendas prospectivas,  etc.,  pero ninguno de ellos ha tenido  la suerte de ser apropiado o adoptado como política pública ya que no han contado siquiera con la suerte de ser agendados como temas de interés en las corporaciones públicas coadministradoras del Distrito y el Departamento. Por lo que lamentablemente hay que indicar, ha sido dinero perdido.

En el albor de ésta campaña política del año 2019, cuando el Gobierno Nacional enfila sus ojos y enruta desde el discurso tinturado de naranja que en La Guajira está el futuro del turismo nacional, siendo considerado éste  como el  nuevo petróleo, quienes representamos el sector privado y, quienes a pulso han y hemos invertido en infraestructura turística de soporte, generando empleo, visibilizado el territorio y hemos logrado  forjar la que hoy es la plataforma del turismo departamental, sólo aspiramos a que un nuevo gobernante supere la  miopía de años y sepa interpretar lo que plantea el Gobierno Nacional, que con respeto acoja lo que planteamos los gremios y empresarios locales y lo que conviene a un departamento que se considera, tiene aquí las mayores oportunidades, puesto  que contiene absolutamente todos los segmentos para desarrollar productos  dentro de la oferta de turismo de clase mundial.  Por lo tanto, si para la nación el turismo es el nuevo petróleo, para La Guajira en medio de un panorama de riesgo latente por el decaimiento progresivo de la actividad minera -como se viene señalando-, entonces el turismo no es menos que nuestro nuevo carbón.

Para desarrollar el turismo, hay que pensarlo desde las bases  y las bases están en  las comunidades tanto indígenas como campesinas. Es fundamental fomentar y fortalecer el emprendimiento y, generar  acceso a líneas financieras que robustezcan la empresa turística local que viene siendo afectada por multiplicidad de factores,  mientras se  invierte en educación, en  infraestructura de soporte  y se tracciona la gran inversión privada en turismo bajo esquemas sostenibles que garanticen la protección de nuestro patrimonio natural, cultural y social.

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No voy a hablar de cifras económicas de crecimiento del turismo,  ni de número de turistas llegados al departamento, pero si definitivamente de que  los gremios asentados en el territorio (Alturc Guajira, Acodres, Asotelca, Anato y la Red de Restaurantes) acompañados de la Cámara de Comercio, la Comisión Regional de Competitividad y de instituciones como el Sena y la Universidad de La Guajira,   nos hemos dado a la tarea de generar un ejercicio que nos ha permitido conocer y extractar de todos los estudios, de los planes de desarrollo y planes sectoriales de turismo una matriz  con los ejes fundamentales que debe tener una propuesta que se considere  seria para el turismo, visionando su presente y su futuro en La Guajira.

Si bien el propósito fundamental de dicho ejercicio  fue  generar  un documento base para socializar y compartir con los  candidatos a las corporaciones públicas, lo cual no se pudo lograr. Considero oportuno, ya que el turismo es parte del discurso de los hoy candidatos, que los gobernantes electos   faciliten puntos de encuentro para fortalecer una sana y benéfica alianza público-privada por el turismo y se posibilite el dialogo franco que conlleve a la construcción conjunta de las condiciones requeridas para que el turismo abra un horizonte feliz.

La Alta Guajira es visitada por turistas durante todo el año, especialmente en temporada.

El empresariado local ha venido generando absolutamente todas las condiciones para el desarrollo de la actividad en los últimos cuarenta años, lo que a mi juicio constituye una gran plataforma no sólo de lanzamiento sino de desarrollo del turismo, contario a algunas visiones externas que plantean que en La Guajira todo está por construir en materia turística. Pienso que se ha construido mucho, pero definitivamente siempre habrá  áreas  para fortalecer e innovar.

Considero que Gobierno y gremios hoy más maduros en La  Guajira debemos imperativamente estar en capacidad de definir una agenda propia para el turismo, una agenda que sea capaz de linearse con lo nacional y lo regional con el único objetivo de lograr el mejoramiento de la competitividad del destino, teniendo como referente sin discusión establecer una unidad o entidad  para  la gestión del destino, en un marco de acuerdos público–privados, como corresponde, para asegurar inversión, innovación, desarrollo de tecnología aplicada al turismo, traccionar o jalonar  mercados especializados, conservar un  ambiente que evite el deterioro de los atractivos turísticos, reforzar la seguridad y generar desarrollo general para todos los actores del sector entre muchos otros.

Finalmente santo es expresar: Que Dios nos  bendiga y bendiga a La Guajira e ilumine a quienes queden electos, pues serán nuestros próximos mandatarios  y en ellos o ellas recaerán la responsabilidad. Es el momento, es el tiempo, porque  el turismo es una realidad que se construye  realmente entre todos y el próximo gobierno departamental y los gobiernos locales no pueden continuar siendo indiferentes ante ésta verdad y así evitar el desaprovechamiento de una nueva oportunidad.

*Presidente Alturc Guajira
Expresidente Anato Caribe
Director Ejecutivo Solera Travels

Fotografias Solera Travels

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