El Clan Iisho

Durante 4 años fueron más de 50 títulos leídos, disfrutados y comentados. Hasta que llegó la pandemia. Habituados a la calidez de lo presencial seis contertulios perdieron el interés y hubo necesidad de explorar alternativas virtuales que posibilitaran la sincronía y la empatía. Allí fue surgiendo una nueva tropa, que en la pospandemia ha llegado a 12 miembros.

La Fiesta del Chivo

Mientras investigaba para mi próxima columna de opinión, de casualidad, me encontré con una trama cotidiana que se ha hecho más repulsivo a través de la evolución digital y las llamadas redes sociales. Máxime, que al no haber un control legal sobre perfiles, acuden al asesinato físico y moral de las personas.

 Sociedades en riesgo

Basta con leer el escrito en 2020 La sopa de Wuhan del filósofo alemán ByungChul Han cuando expone claramente cómo, “a través de las tecnologías digitales,los Estados han ampliado su poder de influencia y control en la esfera privada de las personas, con el fin de proteger sus vidas de la covid-19, para ver esta disminución de la libertad”. Y ese mismo poder, se ha incrementado en la post pandemia por la hipercomunicacion como consecuencia de la biopolitica. Y en efecto, hoy vivimos mas y mejor interconectados, pero estamos muy lejos de vivir en comunidad, poniendo las sociedades en riesgo.

El salvajismo que estanca a La Guajira: Reflexiones para el cambio del sector público

La gestión pública no es exacta como las matemáticas y no hay un único camino para lograr la meta. Además, requiere desarrollar habilidades para sortear, resistir y avanzar en medio de las presiones de múltiples actores. Desde algunos políticos y contratistas, hasta funcionarios de gobierno y de entes de control que, sin generalizar, intentan poner entre la espada y la pared lo que eres como persona. Se puede cambiar

Un mal Concejo para el vallenato

Qué tan poco honorables que son. Detrás de unos privilegios, persiguiendo canonjías y en una actitud desmedida de revanchismo, le están haciendo tanto daño a la ciudad que los eligió y de cuyos impuestos viven holgadamente. Esa misma ciudad que hoy merece saber que: Charles Aguilar, Jorge Mario Ureche, Enrique Curiel, Luis M. Pichón, Sandy Toro, Cristian Bermúdez, Roberto Carvajalino y Roger Bermúdez, hoy están en la picota pública por sus actos, no solo en contra de la ciudad, sino de lo que más representa a La Guajira en la cultura nacional: su música.

La huelga cruel

Nunca la infelicidad estuvo tan bien repartida. Una joven española, su novio y cuarenta de sus familiares y amigos se dirigían a la isla de Santo Domingo para celebrar una boda largamente esperada. Para ese día ya habían pagado las reservaciones de hotel, los gastos propios de la ceremonia y el subsecuente festejo. Los medios informaron también de un grupo de jóvenes voluntarios españoles provenientes de África que habían quedado varados en Ankara. Cada viajero podría contar su propia versión de la desdicha.

Las casitas de tablas

Mientras el profesor Vargas desplegaba sus planos e imágenes y nos hablaba de las características de dichas viviendas que, aunque pequeños tenían aleros y alturas que permitían aprovechar las corrientes de aire del Caribe, yo veía desfilar eventos indelebles de mi infancia. A veces un espectador silente es parte de la historia, aunque el expositor no está obligado a saberlo. Por esos mismos años, el general Rojas Pinilla envió 16 cabañas de madera finlandesa a la Intendencia de La Guajira. Esta era gobernada por el coronel santandereano Jorge Villamizar Flórez.

Doscientos años de imprenta y sed

En un trabajo de investigación mas amplio sobre el legado comercial e histórico de la familia Rois-Roys, he documentado sobre Rois Méndez lo que cito a continuación: Jacob Rois Méndez Jr. aparece registrado en los protocolos de los archivos notariales de 1838 como súbdito de su majestad el Rey de los países bajos, vecino de Curazao y socio de la casa Méndez Salas y Compañía, Capitán de la goleta “Diligencia” y residente en Riohacha.

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