El Centro incordio
Este devenir histórico ha ido dejando vestigios en el centro de la ciudad. Las casonas de época guardan en su arquitectura y sus paredes de calicanto un capital de memoria con escasa valoración social e institucional que amenaza con perderse en las ínfulas y la evocación. El turismo creciente goza de caminar por los estrechos andenes del centro, optan por hoteles y hostales que no los alejen de sentir el nordeste y retratarse en el atrio de las catedrales del tiempo que son las casonas.