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Por María Isabel Cabarcas Aguilar.
El rostro dulce y la voz poderosa de una mujer, con un halo indiscutible de seguridad y profesionalismo, se tomó las pantallas de la televisión en la presentación de noticias desde finales de la década de los 90. Esta impactante vallecaucana formada como periodista, irrumpió en la cotidianidad de los hogares colombianos, para llegar años después a la prestigiosa cadena internacional CNN donde permanecería aproximadamente por diez años, liderando con éxito interesantes espacios informativos como: Los Influyentes, Destinos, Mirador Mundial y Encuentro. Claudia Palacios volvería años después nuevamente a Colombia y a CM&, convirtiéndose, además, en una gran escritora. Aún recuerdo el tierno e inocente enamoramiento de mi sobrino Miller Torres siendo un niño, al verla en sus constantes apariciones en la televisión.
Al llegar aquella tarde a la habitación del hotel donde nos hospedaban a las Mujeres Cafam de Colombia 2020, me sorprendió gratamente tomar en mis manos un ejemplar del más reciente libro de Claudia Palacios, titulado HemBRujas. Entre los variados y hermosos detalles que nos esperaban para agasajarnos momentos previos al bellísimo evento de premiación que se realizaría el 5 de marzo del 2020 en el Teatro Cafam en la ciudad de Bogotá, se encontraba aquella publicación que contiene ochenta y tres entrevistas a mujeres colombianas y extranjeras, profesionales, activistas, amas de casa, indígenas, lideresas sindicales, abuelas, madres, jóvenes, trabajadoras domésticas, conductoras, maestras, niñas, religiosas, políticas, científicas, entre otras. Además de las increíbles entrevistas realizadas magistralmente a cada una de ellas por Claudia, se hallaba también un autógrafo personalizado dedicado por la autora, con un afectuoso mensaje alusivo a la labor social que cada una de las mujeres Cafam de los territorios del país, desarrollamos con amor de la mano con las comunidades en diversos frentes por la transformación, el bienestar y el mejoramiento de la calidad de vida de los grupos poblacionales de nuestros departamentos.
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Recientemente culminé la lectura del libro, y debo confesar que, cada vez que finalizo una obra literaria, convergen en mí diversos sentimientos, pues frente a la satisfacción personal de avanzar con avidez en el exquisito hábito de la lectura que tanto disfruto, me invade también lo que he llamado “la nostalgia del lector”, pues, me despido de ese universo narrativo y enriquecedor que este caso, estuvo abarrotado de relatos femeninos colmados de anécdotas, historias personales y familiares, sucesos dolorosos, sueños por cumplir, metas alcanzadas, luchas emprendidas, discursos vigentes y acciones trascedentes por el reconocimiento pleno de nuestros derechos, la erradicación de la violencia en todas sus manifestaciones y la anhelada equidad de género. Cada una de esas voces, describió de forma detallada, el compromiso que cada una de ellas posee como protagonistas de distintas causas sociales que van desde el feminismo en los pueblos indígenas, la educación, hasta los avances en la construcción de un diálogo social abierto e incluyente y sobre la necesidad de un proceso pedagógico transversal a los diversos escenarios, que promueva la libertad de pensamiento, el empoderamiento, la independencia económica y la autonomía en las niñas, las jóvenes y todas las mujeres del mundo.
HemBRujas es un libro inspirador, revelador e impactante que nos invita a las mujeres, a tener la capacidad de descubrir nuestra voz, hallando formas de poder transmitirla, adquiriendo la capacidad de contar nuestra historia en clave de esperanza, encontrarnos con una Claudia Palacios que nos escuche con sororidad y que se interese en conocer la manera como han surgido aprendizajes a partir de lo que nos ha sucedido, convirtiendo el dolor, la tristeza, la soledad, los momentos de crisis o la frustración, en la fortaleza que sostiene la plataforma de resiliencia que nos compromete con nosotras mismas, con la evolución de nuestro proyecto de vida, con la crianza amorosa de nuestros hijos e hijas si somos madres, pues no serlo también es una decisión, con las causas que lideramos y con el bienestar de las demás mujeres a quienes nos proponemos ayudar e inspirar en su camino hacia la apropiación y el autodescubrimiento de las HemBRujas que somos. ¡Gracias Claudia!