Con la entrega de 300 paquetes alimentarios que corresponden a cinco toneladas de alimentos no perecederos y de elementos de bioseguridad, la Fundación Compartamos la Felicidad contribuyó en esta difícil época de pandemia al mejoramiento de la calidad de vida de diferentes comunidades indígenas.
La donación fue realizada entre los meses de febrero y marzo a los miembros de cuatro comunidades wayuú como lo son: Chispana en el municipio de Manaure, Maku en Maicao, Manuyaluü y Kanaan de Uribia.
Esta labor fue posible en las comunidades Chispana y Maku, gracias a la gestión del Banco de Alimentos de La Guajira, por parte de la Orden de Malta quien aportó cien paquetes alimentarios para las comunidades de Chispana y Makú, a donde llegó el voluntariado de la Fundación Compartamos la Felicidad con el apoyo logístico de la Armada de Colombia a través del Comandante de Guardacostas, Edgar Gomescasseres quien se vinculó activamente a esta jornada social.
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Por su parte, los paquetes alimentarios entregados en el municipio de Uribia a las madres de las comunidades Kanaan y Manuyaluü, fueron donados por la empresa Transportadora de Gas Internacional -TGI- del Grupo de Energía de Bogotá, quienes participaron activamente de las jornadas con el liderazgo de su Director de Sostenibilidad, Eduardo Uribe, para efectuar personalmente estas actividades humanitarias para las familias wayuu.
La anterior actividad se desarrolló en presencia de Armando Pulido Curvelo, Autoridad Tradicional de Manuyaluü y de Carmen Uriana, Autoridad Tradicional de Kanaan en Uribia.
Asimismo, la directora del Banco de Alimentos de La Guajira, Rebeca Badillo Jiménez, y varios miembros del equipo que lidera en esta organización adscrita la Diócesis de Riohacha, llegaron hasta el resguardo indígena de la Alta Guajira para apoyar esta actividad humanitaria.
En consecuencia, las lideresas Ana Estela Jusayú de la comunidad de Chispana e Iris Aguilar de Makú, mostraron su gratitud y satisfacción por esta acción social en favor de las madres y en general, las familias de sus territorios.
“Quiero expresarle nuestro sincero agradecimiento a las empresas y organizaciones que confían en nuestro trabajo con las comunidades wayuú de La Guajira, y que hacen posible que mantengamos nuestro compromiso con su bienestar y seguridad alimentaria. Esto hace posible que desarrollemos nuestra misión permanente por el bienestar y la felicidad de las niñas, niños, jóvenes y mujeres wayuú de La Guajira”, manifestó María Isabel Cabarcas Aguilar, Directora Ejecutiva de la Fundación Compartamos la Felicidad y Mujer Cafam La Guajira 2020.
Concluyó agradeciendo al presbítero Yenner Orozco y al voluntariado social que lidera la autoridad eclesiástica en Uribia “por aproximarnos a los habitantes de Kanaan”, así como también a las lideresas, líderes y autoridades indígenas por permitirles llegar hasta sus comunidades y familias. “La gratitud es la memoria del corazón”, terminó añadiendo la directora de la Fundación.
