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Por María Isabel Cabarcas Aguilar.
El año pasado en medio de difíciles circunstancias personales y familiares recibí una llamada esperanzadora. Al otro lado del teléfono se presentó Luis Carlos, de la empresa turística Explora Wayuu, quien me comentó que habiendo conocido de nuestro trabajo con la población vulnerable por las publicaciones en redes, le había hablado de la Fundación Compartamos la Felicidad a un influencer de viajes llamado “Juanito Viajero” quien se encontraba terminando su primer libro, y a partir de las ventas del mismo anhelaba apoyar a una organización local que trabajara por el bienestar de las comunidades wayuu de La Guajira.
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Posteriormente, me comuniqué con Juan Fernando Campo Franco, un joven pereirano, emprendedor, aventurero, proactivo y amable cuya voz transmite paz. De inmediato comenzamos a intercambiar correos, hasta que decidió apoyarnos, una vez lanzara en noviembre su primer libro sobre historias y destinos. Este año anunció su segundo viaje a La Guajira, por lo que de inmediato de la mano de José Emilio Sierra, director de Turismo del Departamento y con el irrestricto apoyo de los emprendedores y empresarios del sector, preparamos una variada agenda que incluiría destinos como la Ranchería Etnoturística Iwouya, liderada por Cecilia Acosta y su familia, el Santuario de Flora y Fauna Flamencos Rosados en Camarones cuya visita estaría guiada por la Operadora Colibrí Anteado, Explora Wayuú lo llevaría al Cabo de la Vela y lo hospedaría con su familia, para subir luego hasta Punta Gallinas y de allí bajaría hasta el sur para luego disfrutar de Palomino. Con algunos cambios de última hora esa agenda se cumplió, no sin antes visitar el bellísimo Hotel Waya y conocer la compleja operación minera de la mano de un amable equipo de Cerrejón, entre quienes se encontraba Adriana Romero Soto. La agenda del sur quedaría para una visita posterior pues nuestra tierra es tan extensa como exótica y su cultura y tradiciones culinarias tan variadas como para merecer una tercera visita de tan especial personaje.
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Entre los múltiples deseos de Juanito al visitar La Guajira, estaban dos intenciones particulares: Conocer algunas de las comunidades con las que trabajamos y brindarle a un grupo de jóvenes un taller gratuito sobre emprendimiento, marketing digital y marca personal a partir de su interesante testimonio de vida. Visitamos a su llegada a la lideresa wayuu Manuela Cohen y con ella llegamos hasta Waipé y Cangrejito, no sin antes pasar por Villa Fátima donde quedará el Centro Resiliencia al servicio de las la niñez, la juventud y las mujeres vulnerables, sede además de la Fundación Compartamos la Felicidad. En una enriquecedora jornada en Santa Rita II, conoció al artista, empresario etnoturístico y líder wayuu Elion Peñalver Uriana, donde se entregaron mercados y agua a las madres de dicha zona, se compartió con los niños y niñas una deliciosa merienda y se llevó a cabo el inspirador taller para veinte jóvenes de la Plataforma Distrital de Juventud, los miembros de JCI Wayma, los voluntarios de la Fundación Compartamos la Felicidad y algunos emprendedores turísticos, basado en su extraordinario libro “De gerente a mochilero”. Gracias a la dinámica directora de la Oficina de la Mujer, Juventud e Infancia del Distrito, Karen Gómez Ávila y a los hermanos Iguarán Barrios de Bambalinas Co y Centro Co-Working quienes organizaron un rápido concurso desde sus redes, se logró esta excelente convocatoria, acatando los protocolos de distanciamiento y las medidas de bioseguridad por el bienestar de todos.
Conversando durante su largo recorrido con Juan, percibí en él sus incesantes ansias de ayudar, de descubrir destinos, de hacer inmersión respetuosa y responsable en sus culturas, de seguir dándole la vuelta al mundo compartiendo experiencias con sus más de doscientos quince mil seguidores llevando con generosidad un mensaje de valentía, resiliencia, autodescubrimiento, amor y servicio. Gracias Juanito por elegir a La Guajira como tu primer destino en este año de la esperanza como le he llamado al 2021. Gracias por llegar a este territorio con tu corazón abierto a aprender del conocimiento ancestral wayuú, de probar la exquisita cultura culinaria presente en las preparaciones de Mantequilla, de La Jaus, y del kiosco El Morocho en Riohacha. Gracias por ser agente de cambio con tu apoyo a la organización que dirijo y por recibir con alegría el merecido título de Embajador Mundial y Voluntario Honorario de la Fundación Compartamos la Felicidad. Aquí estaremos siempre dispuestos a recibirte con los brazos abiertos y la calidez y el espíritu hospitalario que nos caracteriza a los guajiros.