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Por Amylkar D. Acosta M. – Exministro de Minas y Energía y Miembro de número de la ACCE.
Según sentenció Nicolás Maquiavelo nunca se debe desperdiciar la oportunidad que ofrece una buena crisis, coincidiendo con el proverbio chino según el cual en el corazón de cada crisis se esconde una gran oportunidad. Lo traigo a colación para significar que el gran apagón que sufrió el país entre los años 1992 y 1993, que sumió al sector eléctrico del país en su más profunda crisis, fue la oportunidad para darle un revolcón a su estructura y funcionamiento. Este fue el origen de la Ley Eléctrica 143 de 1994, gracias a la cual el sistema eléctrico del país ha ganado en confiabilidad y firmeza. Aunque la Ley fijó un plazo de 20 años para alcanzar la cobertura universal de la prestación de este servicio esencial, esta es la hora que, según el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa, 500.000 hogares carecen del mismo.
Posteriormente, se expidieron las leyes 697 de 2001, que propenden por el uso racional y eficiente de la energía y la Ley 1715 de 2014, la cual, además de estimular la generación y el uso de energía a partir de fuentes no convencionales, incentiva y promueve la eficiencia energética, las cuales la complementan.
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El Sistema Interconectado Nacional cuenta con 90 generadores de energía, entre centrales hídricas, que participan con el 68.2% de la capacidad instalada de generación, unidades térmicas a gas y carbón, que participan con el 29.8%% y plantas solares, eólicas, cogeneradores y autogeneradores, que participan con el 2% restante. 15 empresas transportan la energía a través de 27.459 kilómetros de redes de transmisión nacional y regional a 230 y 500 KV de tensión, amén de 39 operadores de red y de transmisión regional.
Pero sólo 11 años después de expedida la Ley eléctrica, mediante el Decreto 848 de 2005 del Ministerio de Minas y Energía se dio un paso fundamental para garantizar, como lo manda la Ley eléctrica, la prestación del servicio con calidad, eficiencia y continuidad, al crear la empresa XM, para que esta asumiera la responsabilidad de operar y administrar el mercado eléctrico, en momentos en los que este había alcanzado su madurez. Dicha empresa nace como filial de ISA, que para aquel entonces tenía el monopolio del transporte de energía del país. Durante los 15 años cumplidos de XM, el sector eléctrico no ha parado de crecer: la capacidad instalada de generación pasó de 13.348 MW de potencia a los 17.462 MW. Entre tanto la demanda creció desde los 50.430 GWH a los 71.925 GWH.
Aquí hagamos una digresión para resaltar el hecho que, con antelación, la Ley eléctrica había facultado al ejecutivo para modificar el objeto social de ISA, así como la creación de una empresa de economía mixta (ISAGEN), la cual asumiría el control y manejo de los activos de generación que se escindieron de ISA. Para darle desarrollo a lo dispuesto por la Ley se expidió el Decreto 1521 de 1994, concretándose su constitución el 4 de abril de 1995, fecha esta en la que se firmó la escritura de escisión. A partir de entonces ISA se concentra en la actividad de transporte de energía y deja de lado la generación.
Al tener bajo su responsabilidad la administración y operación del mercado eléctrico, XM asumió también el control, la supervisión y el monitoreo permanente de todo el engranaje del Sistema, sirviendo de articulador e integrador de todos los agentes del mercado, constituyéndose en el eslabón que jalona la cadena. Desde luego, para cumplir su rol, XM se debe ceñir a la regulación y al reglamento que para tal efecto ha expedido la CREG.
Según el Foro Económico Mundial (FEM), Colombia figura en el top 10 a nivel mundial y encabeza Latinoamérica por su posicionamiento en el Índice Global de Desempeño de Arquitectura de Energía. Ello se debe tanto al marco normativo y regulatorio como al arreglo institucional, en el cual XM cumple una función muy relevante. Ello explica en gran medida la mayor resiliencia del distema eléctrico del país, al punto que ha podido sortear con éxito tres eventos de climatología extrema a causa del Fenómeno del Niño, espantando el fantasma del racionamiento del servicio de energía. Gracias a las alertas tempranas emitidas por parte de XM se pudieron conjurar sus amagos recientes y la región Caribe se libró de un apagón.
XM tiene por delante el reto que le impone la transición energética en la que está empeñado el país, para integrar las Fuentes No Convencionales de Energías Renovables (FNCER) a su matriz energética, la cual viene aparejada con la modernización y digitalización de todos los procesos inherentes a la operación del sistema eléctrico. Ello se habrá de traducir en el mayor y mejor uso de herramientas tan imprescindibles en la nueva normalidad del sector como la Big Data, la inteligencia artificial y los algoritmos para registrar, procesar y analizar en tiempo real, el cúmulo de datos que a diario genera la operación del sistema y de esta manera tomar las mejores y más oportunas decisiones.
Cabe advertir que XM se rige actualmente por un régimen corporativo, que garantiza su independencia y manejo técnico e imparcial por parte de sus directivas, encabezadas por su gerente Nohemí Arboleda Arango, de los cuales da buena cuenta la excelencia de su desempeño y el reconocimiento por parte del sector.