Mi carro y yo
En una oportunidad le escuche un comentario a un observador de las tradiciones regionales, sobre la particular manera de bajar la velocidad de los vehículos y entablar conversación con el de al lado, su tesis apócrifa es que eso provenía de los ancestros que andaban en “bestias” (burros, caballos o mulas) por los caminos de herradura. Cabalgamos y hablamos en las bestias metálicas como propietarios individuales del camino, de la vida, del tiempo.