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Por Jetlin Barros Brito – Ingeniera de Producción, Especialista en Desarrollo Social, Voluntaria /Activista Social /Ex Gestora Social de Riohacha DTC.
Riohacha, oficialmente Distrito Especial, Turístico y Cultural, capital del departamento de La Guajira, se ubica en la costa del mar Caribe, en delta del río Ranchería. Un distrito con miras al mar buscando su desarrollo, pero desafortunadamente no le hemos dado el valor y el sentido que tienen los mares a través de la humanidad, para que el desarrollo llegue de una manera imparable.
Para nadie es un secreto que por muchas décadas la prestación del servicio de agua en Riohacha no ha tenido la mejor cobertura y calidad, sin embargo, con base en resultados de diagnósticos preliminares que han arrojado estudios realizados en diferentes períodos de gobierno, Riohacha sigue sin implementar las acciones específicas que busquen optimizar las condiciones en la prestación de los servicios de acueducto y alcantarillado para así mejorar de fondo los indicadores de calidad de vida de la población riohachera.
Por años, la problemática en los servicios públicos en Riohacha, ha sido uno de los temas que más llena de inconformidad a sus ciudadanos. Entre esos, mencionaré el funcionamiento del sistema de acueducto y alcantarillado de la ciudad, en el que haré énfasis con la finalidad de que juntos reflexionemos sobre los problemas complejos con lo que contamos, el mal uso del recurso, pero sobre todo la responsabilidad de la ciudadanía y el rol que debemos cumplir para lograr el desarrollo que tanto exigimos.
Por tanto, si queremos apostarle a ese gran renglón de la economía, como lo es el desarrollo del turismo, es importante conocer un poco sobre la problemática del sistema de acueducto y alcantarillado de la ciudad.
En ese orden de ideas, traeré a colación algunas características que nos muestran por qué no contamos con un servicio de agua de calidad:
- En la línea de conducción se pueden medir las presiones por medio de válvulas permitiendo identificar las conexiones fraudulentas, haciendo que a Riohacha no llegue el caudal que se produce en la planta de tratamiento (PTAP). Ahora bien, esta planta sí produce el caudal que requiere Riohacha como ciudad capital, el gran problema va condicionado a los consumos ilegales de agua en grandes volúmenes para regar cultivos y potreros para ganado. Es importante que, para esto último, se instalen macro medidores y, de esta manera, poder facturar lo que consumen, generando una cultura de pago que permitirá ayudar al mantenimiento de la infraestructura.
- Por otra parte, reducir las pérdidas en la conducción de agua tratada, ya que el caudal que llega a Riohacha corresponde apenas al medio diario para la población actual, siendo que el sistema cuenta con la capacidad para suministrar un volumen mayor. Esto último evidencia claramente que hay que evitar los consumos no autorizados.
- Se hace necesario desestimular el uso del agua potable para fines agrícola que le dan los propietarios de fincas o, en su defecto, concertar con los usuarios conectados clandestinamente para el control de caudales y horas de servicio de la línea de abastecimiento. Gran reto, concientizar a los propietarios de fincas que el agua tratada no es para regar grandes extensiones de tierra, desde esa pequeña acción, se contribuye a mejorar el acceso de la población a los servicios de agua tratada.
- Información recopilada por estudios y verificadas en terreno, dan cuenta que en el año 1994 se construyeron tres tanques de compensación elevados, con sección hexagonal, de 750 m3 de capacidad cada uno, los cuales estan fuera de servicio actualmente y no están conectados al sistema de distribución. En el 2010, no estaban en funcionamiento, se hace necesario revisar si se ha contratado alguna consultoría para chequearlos y colocarlos en operación.
- Es importante resaltar que en 10 años la población aumentó en 100.000 habitantes aproximadamente. Como ciudadanos, esto nos debe plantear un interrogante: ¿qué pasará en el 2030 y 2040 si no usamos el agua de manera racional?
- La población aumenta y el consumo también, pero la infraestructura sigue deficiente. Por tanto, es un llamado a los mandatarios y la ciudadanía en general.
- La problemática del sistema de alcantarillado es muy sensible, aunque ha avanzado en la cobertura y controlado muchos sectores tradicionalmente sujetos a inundaciones. Otros puntos de rebosamiento de la red han aparecido dispersos en el área urbana por diferentes causas, como la sedimentación de tuberías por alto ingreso de arenas al sistema provenientes de conexiones domiciliarias en patios sin revestimiento y problemas de emboquillado de tuberías de pozos.
- En los barrios recientemente constituidos las acometidas domiciliarias han sido construidas por la misma comunidad, lo cual ha generado un rezago en la base de datos de los usuarios inscritos que maneja el operador en la ciudad, sumado a esto una falta de política comercial más activa que busque incorporar al sistema los nuevos suscriptores.
- Alta colmatación de colectores y pozos por apertura de manholes por parte de usuarios para la evacuación de aguas lluvias empozadas en vías no pavimentadas. En estas situaciones ingresan grandes cantidades de arena, escombros y basuras que causan taponamientos en las redes de difícil manejo y mantenimiento. De igual forma, alta contaminación de pozos con escombros y basura por robo de tapas.
- Existencia de tramos antiguos con insuficiencia de capacidad por diámetro o pendiente con problemas de colapso o colmatamiento no solucionables con labores de mantenimiento, demandan obras urgentes para su mejoramiento y eficiencia en el sistema.
Todo lo anterior, en gran parte refleja el uso indebido del sistema de alcantarillado al arrojar vísceras, excedentes de comercialización de diferentes tipos de alimentos, basuras, latas y filtros automotrices, especialmente en las zonas aledañas a los mercados públicos.
Se hace urgente, promover desde las diferentes instancias, programas de cultura ciudadana que permita enseñar a las actuales y nuevas generaciones de que todas estas prácticas mencionadas anteriormente no son las correctas.
Solucionar los problemas de reboses de aguas combinadas generadas por lluvias, debido a insuficiencia en las redes pluviales con inversiones reales para mejorar este servicio, hace parte del mejoramiento del estado de bienestar de los ciudadanos.
Riohacha sigue teniendo un gran reto en el que involucra a sus mandatarios, al operador del servicio de agua del distrito y a la ciudadanía en general para que podamos mirar hacia el mar de una manera efectiva, si de avanzar hacia el desarrollo se trata.
Algunos de ellos consisten en adelantar un trabajo social en cooperación contundente con la Alcaldía y la Gobernación, para solucionar la problemática de pérdida de agua tratada en la línea de conducción antes de llegar al municipio de Riohacha, e implementar estrategias conjuntas para asegurar la reducción de conexiones fraudulentas por medio de campañas de legalización e instalación de medidores de caudal, ya que se tiene estimado pérdidas de alrededor de 180 a 200 l/s que son utilizados para riego.
Implementar y socializar programas efectivos dirigidos a la comunidad sobre el uso racional del agua y cultura de pago por parte del operador especializado y el municipio, de esa manera se asegura la sostenibilidad de las políticas en el manejo del recurso hídrico.
En las grandes ciudades donde tener mar es un gran privilegio, dicho privilegio debe ser sinónimo de desarrollo, desafortundamente a la fecha Riohacha no cuenta con una planta de tratamiento de aguas residuales, convirtiendo al mar como fuente receptora del vertimiento tipo descarga directa.
Pensemos en los problemas latentes que enfrenta la ciudad, antes de mirar y proyectar su desarrollo hacia el mar.
Las grandes preguntas que debemos respondernos todos son: ¿estamos haciendo lo correcto para contribuir al cuidado de las pocas inversiones que se han realizado en materia de saneamiento básico en Riohacha?, si el desarrollo de Riohacha apunta hacia el mar ¿estamos haciendo las inversiones reales que permitan dar ese paso?, ¿estamos enseñando a nuestros niños a cuidar y a tener cultura de ahorro del agua?