Por María Isabel Cabarcas Aguilar
“La Guajira es una dama reclinada bañada por las aguas del Caribe inmenso, y lleva con orgullo en sus entrañas, las riquezas guardadas orgullo pa´ mi pueblo”… Así inicia la canción Dama Guajira de la autoría del maestro Hernando Marín, la cual da el nombre a la medalla que recibí el pasado primero de abril, junto a veinticuatro mujeres más, homenajeadas por la Asamblea Departamental a propósito de la conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
Al recibir la noticia, llegaron a mi mente los recuerdos de lo que sucedió en octubre de 2020 cuando fui invitada por la ex diputada Oriana Zambrano y mi gran amiga Mara Ortega, a redactar el que sería el primer borrador de la exposición de motivos y por ende la semilla de la que luego se convertiría en la ordenanza por medio de la cual nacería la Medalla Dama Guajira. Las letras emergieron rápidamente en medio de circunstancias difíciles pues envié el 28 de otubre por correo electrónico aquel documento, y cuatro días después, mi mamá trascendería de este plano terrenal, un doloroso 1 de noviembre de 2020. Gracias a ustedes dos, Mara y Oriana, por invitarme a ser parte de aquel sueño que hoy es una realidad.




Además de haber recibido la inspiración divina para aquellas letras, en aquel momento le pedí a una gran amiga de infancia, la gran artista guajira de origen wayuu Yeineli Durán Rosado residenciada en Miami a quien todos llamamos afectuosamente: Yei o La Negra, el diseño de la medalla sugiriéndole el rostro de una mujer sobre el mapa de La Guajira. Ella como buena artista, puso sus grandes dones al servicio de aquella noble causa y magna tarea y he aquí recientemente, para veinticinco mujeres postuladas en una convocatoria pública y desde el pasado 1 de abril, una bella obra de arte con inconfundible sello femenino. Gracias mi Negra por haber aceptado aquel hermoso desafío y por poner generosamente tu talento al servicio de tu tierra y muy especialmente de sus valientes fuertes, valientes y poderosas mujeres. En efecto, en marzo de 2021 se entregarían las primeras medallas a la Asociación de Damas Rosadas, a la Asociación de Mujeres de La Guajira y a las Hermanas Terciarias Capuchinas.
Sigo creyendo firmemente, que la gratitud es la memoria del corazón. Gracias a Dios, Padre, hijo y Espíritu Santo, y a la Virgen de los Remedios, quien creo que es un ejemplo y referente hermoso de fe y bondad.




Gracias a los maestros del amor: A mis padres, a mi madre Ena Luz Aguilar Arismendy, la primera dama guajira quien abrazó mi existencia con su infinito amor de madre, siendo ejemplo. Jairito expresó con su inigualable carisma: “Mi tía Ena estaría enchoyá viéndote”. Te digo primito, que estaría igual de enchoyá viéndote siendo Gobernador de La Guajira, que honor que hayas sido tú quien me la colocara. A través de mi padre Cicerón Cabarcas Puello conocí tempranamente del empoderamiento femenino en su voz masculina y cuanto lo agradezco. Al más grande amor de mi vida, mi hijo Manuel Antonio de Jesús cuyo nacimiento resignificó mi existencia llenándola de propósito y quien me motiva y enseña todos los días con su ternura, sabiduría y curiosidad. Gracias amor por mirarme cada día de la forma en que lo haces, yo también me siento orgullosa de ti.
Gracias a mi querido amigo, el periodista Tomás Pérez Ramírez, por postularme y por su apoyo en tantos años de amoroso camino profesional de servicio a La Guajira. Han sido, veinte en el Derecho y el Trabajo Social, quince en las letras como columnista de opinión, veinte como gestora cultural, diez como emprendedora social liderando la que naciera en 2015 como la Fundación Compartamos la Felicidad y hoy se denomina Fundación InspirARTE Aain, asumiendo con responsabilidad los nuevos retos del contexto en el que estamos. Gracias a quienes me han invitado y acompañado a cada uno de los eventos académicos, organizacionales y culturales en España, Argentina, Ecuador, Chile, Puerto Rico, Estados Unidos, Brasil, Aruba y Colombia, en donde he representado con orgullo a nuestro departamento, coincidiendo con brillantes maestros, pues me siento muy feliz de ser considerada como embajadora de nuestra tierra en otras latitudes.
En el camino he hallado destacados y generosos mentores y mentoras de quienes he aprendido en diferentes momentos de mi vida y sigo aprendiendo, y a quienes admiro profundamente, especialmente a mi prima y comadre Sarah Aguilar, quien me acompañó y creyó en mí en muchas de esas oscuras noches del alma como las llama el escritor Carl Jung. A todas esas matronas, escritoras, conferencistas, políticas, activistas, comunicadoras, profesionales, gestoras, lideresas comunitarias, empresarias, mujeres extraordinarias quienes con sus actos nos motivan e inspiran, muchas gracias. Gracias a mis acompañantes de aquel memorable evento, todas mujeres admirables quienes también merecen la medalla: La joven concejala wayuu Amalfi Sijona, mi coequipera de muchas causas y amiga entrañable Yicelis Cantillo y Rayza De La Hoz Pérez, directora de la Fundación Afro Mata e´ Pelo y Mujer Cafam La Guajira 2025, quien constantemente nos recuerda que: “Somos muchas y nos estamos encontrando”.
Gracias a todas y todos los que me han apoyado como mi extensa familia y a quienes se han alegrado y acercado con su cariño a decir: “Lo mereces”. Gracias a mis amigos quienes son la familia que elegimos, y a los voluntarios de la fundación, gracias por haber creído en mí y también a quienes no, es decir, a los maestros del dolor, pues haber coincidido nos llevó a ser más fuertes y valientes y nos impulsó a muchas mujeres, a amarnos más y a creer en nosotras mismas. Gracias y felicitaciones a la Asamblea Departamental, a cada uno de los honorables diputados, y especialmente a su presidente el diputado Daniel Ceballos por ser precursor de es amplia convocatoria. Qué honor inmenso haber estado allí y vivir tan memorable momento pues lo atesoro en mi memoria como la preciosa joya que es: Orgullosamente y al servicio de mi tierra, soy Dama Guajira.