
El placer de leer
El niño se identifica con los héroes del libro, en su destino, en las elecciones que hacen, en las escenas de derrotas y victorias, sin saberlo entran en sus propios dilemas, en su propio destino. Por eso, la lectura moldea su actitud, organiza su imagen de la vida, lo introduce en el mundo de los valores. El libro absorbe al niño, se los apropia, los esculpe en el proceso de lectura. Los efectos de tales experiencias de lectura duran muchos años, dejan su huella en toda la vida.