La sociedad en el departamento de La Guajira no debería no sentir como un gran logro la rebaja de $433 pesos en el valor del galón de gasolina. Este combustible fósil, ya en muchos países del mundo tiene sus días contados y en Colombia pronto tendrá fecha de caducidad. Está demostrado con suficiente claridad que, el subsidio a los derivados del petróleo es altamente regresivo, este beneficia de mejor manera a las personas de mayor ingreso a costa de las pérdidas de beneficios sociales para el resto de la población.
Frente a esto, es importante anotar que en Colombia aún no se paga el valor del galón de gasolina a precios que lo hacen países realmente productores como Brasil y México, donde esta unidad de 3.78 litros cuesta $4,079 ($17.377 pesos) y $4,854 dólares ($ 20.679 pesos).
Por su parte, Venezuela, el país con las reservas de petróleo más grandes del mundo, tiene con La Guajira una frontera porosa, por donde históricamente pasan todo tipo de mercancías, incluyendo el contrabando de gasolina que en la actualidad está renaciendo. Dados los bloqueos económicos y la escasez en la producción de este combustible en los últimos años, se dio una parálisis en dicha actividad ilícita. Pero hoy, por los altos precios del combustible en Colombia, frente a un valor de aproximado de $0.123 dólares ($ 562,35 pesos) en la vecina nación, la tendencia es a la presencia nuevamente de la comercialización de combustible venezolano en el departamento, si no se toman los correctivos adecuados.
El mismo presidente Gustavo Petro Urrego, invitó a los colombianos a transitar hacia la movilidad con vehículos que utilicen energías limpias y bajo esta premisa, se plantea un nuevo panorama, puesto que esta posición y de acuerdo a la relevancia internacional del departamento en materia de energías renovables, resulta fundamental dejar de lado el uso de combustibles costosos y altamente contaminantes. A su vez, se debe planificar de manera clara, técnica y progresiva cómo aprovechar el potencial de las energías alternativas, convirtiendo al departamento de La Guajira en el escenario de transformación de la movilidad eléctrica en el país.
La apuesta del gobierno es clara, ¿cuál es la apuesta a futuro de los ciudadanos, transportadores y las administraciones locales de La Guajira? ¿insistir en bajar aún más el precio de la gasolina? Más que alegrarse o luchar por un descuento pasajero que se tendrá en el precio de la gasolina, ¿por qué no organizar un sistema de movilidad moderno y que vaya en la vía de los cambios tecnológicos del mundo?
Nuestra región ha visto como se cierran proyectos de energías renovables. Hace pocos meses la multinacional Enel anunció que no construirá parques eólicos en el territorio, lo que hace más lento el proceso de transición energética y que particularmente, el sector de la movilidad se encuentre en un punto de inflexión.
Este es un escenario propicio para dar un salto a la evolución y el departamento está llamado a liderar esta apuesta. La Universidad de La Guajira juega un papel preponderante en esta situación. En el año 2023 se instaló el primer laboratorio del país para producir hidrógeno verde, lo que convirtió a la institución en pionera en la producción de estas nuevas energías.
Además de eso, en las Salinas de Manaure existe un potencial real por aprovechar. Parte de la sal que se produce, puede ser utilizada como fuente de la creación de una gran industria química, que ve en el sodio un reemplazo directo al litio para la construcción de baterías. El litio, se ha vuelto un producto costoso, y que cada vez enfrenta más conflictos geopolíticos para su obtención; mientras tanto, empresas del mundo ya ven al sodio con alto potencial.
Desde principios de este año, la compañía automotriz china BYD empezó la venta de un nuevo carro eléctrico, llamado Seagull, a un precio cercano a los $11.000 dólares ($44’000.000 millones de pesos). Este es un auto que podría recorrer 400 kilómetros antes de acabar su carga. ¿Por qué el departamento no puede ser el centro de la transformación energética del país?
Con la posible entrada de Colombia a la Franja y la Ruta propuesta por China, y las posibilidades de inversión en sectores estratégicos en los que el gigante asiático tiene interés, sería bueno dejar de lado la mirada a los pocos pesos que se ahorran con el precio de la gasolina y enfocarse el mundo moderno, el cual está pasando sobre La Guajira a pasos agigantados y de no planear adecuadamente se le verá pasar.