Cerrejón afirma que durante los últimos diez años ha rescatado y recuperado unos 10 mil animales, gracias al programa de rehabilitación de fauna que desarrolla la empresa.
Por medio de un refugio, que funciona como hogar de paso, se albergan y se cuidan a los animales que requieren ser atendidos, dentro de los cuales hay más de 30 especies amenazadas en la zona como el venado cola blanca, el cardenal guajiro y la hicotea.
Los animales que llegan allí heridos o en peligro han sido encontrados en la operación o en comunidades vecinas, que necesitan atención y son salvaguardadas por parte de un equipo de expertos dedicado a la protección y cuidado de especies nativas que habitan en la región.
Fernando Trujillo, director de la Fundación Omacha afirma que la importancia del Centro de Fauna radica en la posibilidad de reubicar a los animales en sitios de bosques naturales para garantizar su supervivencia.
“Esta alianza con Cerrejón nos ha permitido a lo largo de los últimos años, conjuntamente con los monitoreos que se han hecho, convertirnos en una de las principales fuentes de información de la biodiversidad de La Guajira logrando un aporte significativo para la región”, explicó.
“Además de este programa, desarrollamos acciones de monitoreo y seguimiento de fauna que nos permite analizar la composición de las especies, su abundancia, diversidad y distribución en poblaciones de anfibios, réptiles, aves y mamíferos. En nuestra área de influencia hemos logrado identificar 269 especies de aves, 61 de reptiles, 21 de anfibios y 93 de mamíferos, entre ellos ocho jaguares, indicadores de la recuperación del bosque seco tropical”, afirmó Luis Madriñán , gerente de Gestión Ambiental de Cerrejón.
Por medio del programa de conservación de especies amenazadas, junto con diferentes entidades ambientales, Cerrejón participa en diversas iniciativas regionales de preservación de fauna. Gracias a esta colaboración, por medio de la incubación artificial realizada en el Centro de Rehabilitación, en 2019 se liberaron más de 1.200 hicoteas y 22 babillas juveniles en la reserva Fundación Iguaraya, en el municipio de Dibulla.
“Con este tipo de iniciativas, la empresa contribuye a la conservación de áreas protegidas y a la conectividad de especies de fauna a través de la conformación de un corredor biológico de más de 25.000 hectáreas que conectará la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá, con la siembra de millones de árboles, el establecimiento de acuerdos de conservación y la protección de las cuencas de ríos y arroyos”, agrega Madriñán.