¿Fiscal presidenciable?
De la noche a la mañana, el mudo fiscal comienza a pronunciarse sobre lo divino y lo humano, lo que es y lo que no es de su competencia. De repente, comienza cada semana a hacer promesas como si fuera candidato a algún cargo: “La próxima semana voy a librar órdenes de captura por el caso Odebretch”, “Ya sabemos la ubicación de los cabecillas de esta banda”. Y es que cada día, los colombianos parecemos estar repitiendo un deplorable escenario con pésimas consecuencias que se vio en años anteriores: un alto funcionario de los órganos de control que ya comienza a dar pasos para aspirar a la presidencia.