¿Sabías que la energía que el sol irradia en un día sobre la Tierra es casi siete mil veces superior a la que se consume al día en todo el planeta?
La energía solar es una forma de energía renovable, inagotable y con una menor huella directa de carbono que, indudablemente, está ganando terreno en los portafolios energéticos de los países en desarrollo, como Colombia; dentro de una lógica de diversificación y lucha contra el cambio climático y el calentamiento global.
Esta tendencia ha generado un nicho de mercado para satisfacer las necesidades de los sectores industrial, comercial y doméstico, que desean reducir sus emisiones directas de gases efecto invernadero, lograr ahorros en sus facturas de energía y lograr ingresos al vender sus excedentes al sistema interconectado nacional. De tal forma que los paneles solares empiezan a cubrir superficies antes improductivas.
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De acuerdo con el Decano Nacional de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Básicas de Areandina, Cristian Julián Diaz, “el aprovechamiento de la energía proveniente del sol ha sido una frase ganadora para múltiples empresas que buscan promover el uso de la tecnología específica” y donde el académico señala:
“La energía solar tiene tres principales usos energéticos: el calentamiento, el secado y la generación eléctrica.
La primera se logra con “cuerpos negros” que concentran la energía solar para calentar un fluido (calentadores solares), principalmente agua. El secado ha sido tradicionalmente usado por nuestros campesinos en el proceso de beneficio de variados frutos, siendo el café y el cacao los más comunes; sin embargo, en instalaciones industriales se puede secar con aire súper caliente en una especie de invernaderos. Finalmente, la generación eléctrica se logra con paneles solares, que lentamente ganan terreno en la región”.
Los paneles solares para suministro de energía fotovoltaica son módulos individuales que reciben la energía que proporciona el sol, para luego convertirla en electricidad. Están formados por celdas que a su vez contienen células individuales hechas de materiales semiconductores que logran generar una corriente continua, que posteriormente se puede convertir a corriente alterna.
En este orden de ideas, cuando hay luz natural, una celda solar absorbe los fotones con el fin de provocar un flujo de electrones, es decir, una corriente eléctrica. Estos paneles se conectan a su vez a una batería que almacena la electricidad generada y esta es la que se utiliza.
Beneficios de la energía solar en Colombia
La posición geográfica de Colombia, muy cercana al Ecuador, favorece en gran medida la captación de energía proveniente del sol. En nuestro país no se necesita ningún permiso para instalar paneles solares ya que permite cumplir con lo establecido en el Capítulo 1 del Título 7 de la parte 2, del Libro 2 del Decreto 1077 de 2015 del Ministerio de Vivienda, en cuanto a los parámetros y lineamientos de construcción sostenible y se adopta la guía para el ahorro de agua y energía en edificaciones y que a su vez, se rige desde julio 2017 para todo el país.
Para el decano Díaz, “la principal ventaja del aprovechamiento energético con este tipo de dispositivos es la disminución de las emisiones netas de gases efecto invernadero. Al aprovechar la energía renovable del sol, con el uso de paneles solares, se ayuda en la lucha contra el calentamiento global.”
Con el uso de celdas solares en el Caribe, la Orinoquía y los valles interandinos –regiones con alta radiación solar- se podría tener suministros alternativos de energía eléctrica sin depender de la red de suministro; que en ciertos momentos no es continua, como ocurre en el Pie de Monte Llanero y en buena parte del norte de Colombia.
Entre las ventajas del uso de la energía proveniente del sol, también se encuentran:
✓ Beneficios tributarios e incentivos por parte del Gobierno, establecidos en el decreto 829 de 2020 del Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
✓ Generar nuevas oportunidades de empleo.
✓ Proveer electricidad a zonas de difícil acceso (zonas no interconectadas) y, por lo tanto, proveer mejores servicios de salud, conectividad y educación.
✓ Crear una alternativa para la electrificación de fincas de recreo, productoras y casas de campo.
✓ Permitir la creación o consolidación de empresas en zonas apartadas, que actualmente son inviables por los altos costos en la generación de energía, o por ausencia del servicio de energía.
✓ Apoyar en la reducción de la emisión directa de CO2 en el país.
El precio del recurso natural
Uno de los inconvenientes de la energía solar ha sido tal vez el costo que implica instalar y mantener todo el sistema en casa.
Establecer paneles solares para una casa en Colombia que consume aproximadamente 120 KWh al mes puede costar alrededor de 7 millones de pesos. Teniendo en cuenta los paneles, el valor de las baterías, inversores y cableado, un colombiano podría dejar de pagar facturas mensuales de 70 mil pesos por electricidad y al cabo de ocho años podría ver que su inversión en energía solar retorne.
Según el académico de Areandina, “otro aspecto, que casi nadie contempla, es el almacenamiento de la energía producida en los paneles, ya que ésta debe estar disponible para la noche y días nublados. Las baterías son costosas y su vida útil es de unos cuantos años”.
Siendo así, al usar la energía solar como un recurso para el cuidado del medio ambiente y beneficios en casa, el costo de los paneles y las baterías seguirán siendo claves en la toma de decisión de contar con un propio sistema de energía renovable.
Fuente: Fundación Universitaria del Área Andina.