La escasez hídrica es uno de los principales problemas que padecen las poblaciones rurales residentes en el departamento de La Guajira. El clima, su ubicación geográfica y los métodos de abastecimiento de agua potable, exponen a sus habitantes a condiciones de vulnerabilidad. Frente a esta situación, el grupo de investigación Desarrollo de Estudios y Tecnologías Ambientales del Carbono (Destacar) de Uniguajira lleva a cabo un proyecto social para asegurar el acceso y el suministro de agua potable a la comunidad indígena y afro de Barrancón en el municipio de Barrancas.
Para desarrollarlo, el grupo cuenta con el apoyo de la Dirección de Extensión y Proyección Social de la Alma Mater, la Organización No Gubernamental para el Desarrollo (ONGD) Pozos Sin Fronteras y la financiación del Ayuntamiento de Málaga, España. Los investigadores que lideran desde la Universidad de La Guajira son José Gregorio Quintero Baldovino y Marlon Bastidas Barranco.
La finalidad de la iniciativa es disminuir la presencia de patologías de origen hídrico, ya que, en un diagnóstico previo, se encontró que la comunidad objeto no accede al servicio de agua potable ni tampoco existen medidas de protección, almacenamiento, buen uso, aprovechamiento y cuidado del preciado líquido. Como resultado, existen altos índices de mortalidad y alta proliferación de enfermedades epidémicas, virales, respiratorias y diarreicas en la comunidad.
Según el docente José Quintero, el nivel de atención en materia de salud y saneamiento que recibe esta población es muy bajo. “Los promotores de salud tienen limitantes de recursos para llevar campañas de promoción en la zona rural, dejando a los resguardos y asentamiento indígenas con una deficiente atención estatal en materia de salud pública”, explicó.
Para cumplir con el propósito del proyecto, se instalarán en el Centro Educativo Luis A. Brito dos sistemas de potabilización con capacidad de 400 galones de agua diarios, alimentados por dos tanques de dos mil litros, dispensadores con agua fría en los salones, la cocina y el centro de salud y para los baños, un depósito de respaldo de mil litros.
Cabe destacar que cada una de las instalaciones del establecimiento educativo se adecuarán para poder cumplir con las características de los sistemas de potabilización y asegurar la distribución de agua potable a los indígenas y afros de Barrancón. Con esto, se espera beneficiar a 43 estudiantes de la escuela Luis A. Brito y a 25 familias asentadas alrededor de la misma, conformadas por 125 personas en total, quienes también se involucrarán en programas pedagógicos orientados a la promoción, prevención en salud e higiene.
En el marco del proyecto, los españoles Javier San Emeterio Bravo, presidente de la ONGD Pozos Sin Fronteras, Fernando Marín Gallardo, coordinador técnico y José Albújar, desarrollador de proyectos de la misma organización, visitaron a la comunidad beneficiaria junto con funcionarios de la Dirección de Extensión y Proyección Social, para evaluar de cerca la situación del acceso al agua potable y revisar en conjunto los procedimientos para la gestión y sostenibilidad de la propuesta hídrica.
“Uno de los retos más grandes es poder integrar la cosmovisión wayuu y afro a estas nuevas alternativas de suministro y realizar un trabajo de concientización y pedagogía para que puedan mantener a largo plazo las medidas e incluso replicarlas con comunidades vecinas”, expresó Javier San Emeterio.
Vale la pena resaltar que esta iniciativa surgió luego de que la Universidad de La Guajira, por medio de la Dirección de Extensión y Proyección Social, en el año 2020 financiara la investigación denominada “Caracterización de los usos de la energía e identificación de las tecnologías apropiadas para las comunidades indígenas wayuu de La Guajira, Colombia” elaborada por el grupo de investigación Destacar, donde se pudo identificar aspectos críticos de cada resguardo y asentamientos estudiados, dentro de los cuales se encontraba Barrancón.
