Felipe Priast y su envidia con el vallenato
Más bien, el pecado no está en la música sino en quien mal habla de estas. Así que remato con otro fragmento de la canción “La envidia” para enviar este “recado grosero” al ardido de Felipe Príast quien seguirá sangrando por la herida que le deja el éxito de nuestro vallenato: ”No desees mal en esta vida/Para que mi Dios te bendiga/Porque aquel que escupe pa’ arriba/ Ay, le cae la saliva encima”. Pa´que se acabe la vaina.