Inicialmente, manifestó que hay cierta cautela, lo cual es normal, dado que el país llevaba casi dos años con el uso recurrente del tapabocas en todos los escenarios en el contexto de la pandemia.

Por ello, señaló que «hay cierta sensación de que esto no ha pasado, lo cual es cierto», lo que lleva a entender un poco mejor la idea que se tienen desde el Ministerio: «Disfrutemos sin tapabocas en espacios abiertos, pero en espacios cerrados siempre se mantenga el tapabocas».

En ese orden de ideas, manifestó que la decisión se toma en el Comité Asesor, al revisar los datos de contagio, que mostraban un descenso en el pico de Ómicron, la necesidad de ir retomando la normalidad y, claramente, las altas coberturas de vacunación contra el covid-19 que se tienen en el país.

«Es claro que es importante recuperar la cotidianidad y dar un poco ese alivio a la población en el sentido de que podemos disfrutar de algunos espacios», agregó el ministro.

¿Podría volver?

El ministro reiteró el mensaje entregado ayer, cuando se hizo el anuncio, enfocado en que la posibilidad de que el tapabocas regrese en espacios abiertos es un riesgo.

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«Una nueva variante que nos aparezca, que no logremos crecer en coberturas de vacunación y aparezca una nueva variante que se extienda como hemos visto que se extienden rápidamente, el riesgo subsiste y eso nos implicaría volver a usar tapabocas», explicó Ruiz Gómez, dejando claro que el riesgo de contagio en espacios abiertos es bajo, teniendo en cuenta la ventilación y la vacunación que lleva el país.

Asimismo, señaló que la posibilidad de retirarlo en todos los espacios, incluso los cerrados, «significaría casi que tener un panorama de fin de pandemia» y agregó que de cierta forma el tapabocas llegó para quedarse.

«Creo que de aquí en adelante, cuando tengamos un síntoma respiratorio o alguien en nuestra familia o la oficina lo tenga, siempre será prudente, cauteloso y preventivo, usar un tapabocas, tanto del enfermo como los que estén cerca de él», recomendó.