Por: Luis Guillermo Baquero – Gerente Mesa Más La Guajira
El departamento de La Guajira siempre ha sido bendecido por sus múltiples recursos naturales que, si se gestionan adecuadamente, podrían impulsar la región hacia nuevos estamentos de desarrollo y prosperidad. Sin embargo, la epidemia de falencias institucionales y la corrupción han irrumpido en los resultados de dichos recursos, dejando al territorio en un estado de pobreza y desesperanza.
Uno de los factores que contribuyen al impacto inadecuado de estos recursos es la ausencia de planificación a largo plazo. Sin una planificación adecuada, estos recursos se desperdician y sus beneficios potenciales no se materializan. La falta de un plan aterrizado y priorizado ha resultado en la ejecución de proyectos sin una visión clara o un propósito definido, lo que conduce al despilfarro de recursos y a la ausencia del progreso tangible.
Las instituciones de La Guajira sufren de debilidad institucional. Estas instituciones, que deberían trabajar incansablemente para asegurar la ejecución adecuada de los recursos y el bienestar de la población, se han convertido en entidades inmersas en la solución de los problemas del día a día. Como resultado, los proyectos que deberían beneficiar a los guajiros se estancan sin generar impacto alguno o en el peor de los casos, con la destinación de los recursos hacia el bolsillo de contratistas y funcionarios.
Es hora de romper el ciclo de debilidad institucional, la corrupción y los falsos discursos de culpar al sector privado como responsable de nuestra penumbras. Esto solo puede lograrse mediante la participación activa y la movilización de los ciudadanos de La Guajira. Debemos unirnos para exigir responsabilidad y transparencia a los funcionarios públicos que serán electos el próximo 29 de octubre. Esto implica alzar nuestras voces contra la corrupción, exigir una mejor planificación y ejecución de proyectos de manera eficiente.
El voto es una de las herramientas más poderosas a nuestra disposición. Debemos utilizar el derecho al voto siendo conscientes, confiados en que se elegirán a funcionarios comprometidos con el bienestar y desarrollo de La Guajira. Más allá de apoyar campañas políticas y candidatos, debemos evaluar sus antecedentes, sus propuestas y su compromiso con el territorio.
Sin embargo, solo con el voto responsable no es suficiente. También debemos participar en iniciativas ciudadanas para impulsar el cambio en nuestra región. Esto incluye participar activamente en organizaciones comunitarias o veedurías ciudadanas de los proyectos de inversión social. Debemos unirnos, independientemente de las preferencias políticas, y trabajar hacia un objetivo común: un futuro competitivo, próspero y lleno de oportunidades para La Guajira.
La verdadera transformación requiere el esfuerzo colectivo de todos los ciudadanos y actores de interés. Debemos exigir la implementación de estrategias de planificación a largo plazo y asegurar que la riqueza generada por nuestros recursos naturales se destine para beneficiar al territorio. Solo a través de la participación activa podemos liberarnos del dominio de la corrupción y el rezago institucional. La Guajira tiene un inmenso potencial, es una región rica en recursos naturales y talento humano. Al aprovechar este pilar y exigir un gobierno comprometido con la planificación responsable, la transparencia y la rendición de cuentas, podemos crear un futuro brillante y prometedor para todos.
Fotografía: Luis Guillermo Baquero