Por María Isabel Cabarcas Aguilar
La emoción era tanta que hasta en el ambiente podía palparse. Todo estaba preparado pues con gran dedicación, un equipo de gestores culturales locales en unión de las dinámicas docentes Zaine Arredondo y Emilse Sánchez, habíamos allanado el camino institucional para que, por fin, por primera vez, y después de varias décadas, Ramón Todd Dandaré llegara a la Universidad de La Guajira, tal como lo había soñado.
Meses atrás, desde la Asociación Kojutajirawaa representada por Leopoldo Freyle, Stichting Rancho, cuyo presidente es el dedicado gestor cultural y emprendedor social arubiano Clifford Emilio Rosa, y la Fundación Compartamos la Felicidad e InspirARTE liderados por esta servidora, trabajando de manera sinérgica como el gran equipo que hemos conformado desde hace años, habíamos tocado las puertas del Programa de Licenciatura en Etnoeducación e Interculturalidad para proponerle este espacio que considerábamos valioso para los estamentos de esa alma máter y muy especialmente para los estudiantes y docentes quienes orientan y orientarán a las nuevas generaciones de La Guajira, responsables de liderar procesos educativos en los distintos escenarios de formación.
En la entrevista que le hiciera para Cardenal Estéreo la prestigiosa periodista Betty Martínez al señor Ramón Todd Dandaré la mañana del martes 10 se septiembre, día en que comenzaba la anhelada Semana de Integración Cultural y Lingüística entre La Guajira y el Gran Caribe, emocionado confesó que: “Desde hace cuarenta años sueño con el momento de llegar a la Universidad de La Guajira”. Acto seguido, expresó que desde que era rector el recordado maestro Justo Pérez Val Leenden (Q.E.P.D.), este le había hecho la propuesta de llegar hasta el primer centro de pensamiento del departamento de La Guajira, sin embargo, por razones que desconoce esto nunca se dio.
Es así como, inmensamente agradecido por los reconocimientos recibidos el 2 de mayo, en el marco del evento de celebración del Día de La Guajiridad realizado en el Centro Cultural del Banco de la República, denominado La Guajira en el Gran Caribe: Diálogos sobre Aruba, cuyo liderazgo estuvo a cargo Esteban Narváez Polo, al lado de las organizaciones enunciadas anteriormente, Todd Dandaré ofreció muy amablemente, la misión académica y lingüística que lo traería recientemente a Riohacha a diversos escenarios, entre los cuales estaría también, la Universidad de La Guajira como principal templo del conocimiento del departamento que lo vio nacer.
La fecha escogida para su noble proeza académica, sería la semana previa a la conmemoración de los 479 años de poblamiento del territorio en donde hoy se ubica la hermosa ciudad de Riohacha, terruño en el que el año de 1942, nació Todd Dandaré. Hijo de Reyes Altagracia Dandaré, y Filemón Vanegas; habiendo vivido sus primeros años en la calle ancha con su tío Sebastián Dandaré hasta que a la edad de 10 años partió hacia la ciudad de Oranjestad, capital de la isla de Aruba, a donde lo esperaba ansiosa su madre, quien se había ido antes que él a la isla, en busca de un mejor presente y futuro para ella y su pequeño hijo Monche, a quien le esperaría un camino de disciplinada formación, para forjar el valor de sus enormes talentos, los cuales fructificarían inexorablemente hasta recibir más adelante merecidos reconocimientos.
En la Universidad de La Guajira, ante un nutrido público de más de 120 personas, con la increíble moderación de la carismática docente Zaine Arredondo y ante destacados maestros como Gabriel Iguarán y Ninfa Berty, así como la directora Luz Edith Córdoba e inquietos estudiantes de las licenciaturas, se dio el anhelando momento. Los nombres de la decana Katia Peña Benjumea y del rector Carlos Robles Julio, resonaron en gratitud por permitir propiciar también, este importante escenario. Todos y cada uno de los presentes, se mostraron interesados y atentos a la magistral ponencia de José Ramón Todd Dandaré, denominada: Lenguas Indígenas Tradición y Supervivencia, necesidad de revitalización y conservación de las lenguas indígenas y las lenguas ancestrales del continente americano. El epicentro de este inolvidable espacio fue el bloque VI de la Universidad de La Guajira, donde se desarrolló el que sería para el conferencista, un momento culmen en el que su sueño de tantos años, por fin se cumplió.
Con la destacada participación del gestor cultural, escritor, pintor y maestro, Guillermo Ojeda Jayariyu, en representación de la Junta Mayor Autónoma de Pütchipü´üi y quien brindó al inicio del evento un extraordinario discurso de apertura sobre el valor del wayunaiki como lengua materna del pueblo wayuu y siendo este además, uno de los pilares esenciales del Sistema Normativo Wayuu, declarado en 2010 por parte de la UNESCO como patrimonio inmaterial de la humanidad, se dio inicio a un encuentro académico intercultural e interlingüístico en donde el papiamento y el wayunaiki fraternizaron e interactuaron de forma fluida y armónica para el deleite de los numerosos asistentes.
“Estamos viviendo un momento importante para nuestra gestión de integración entre Aruba y La Guajira que jamás olvidaremos, pues es muy gratificante para mí estar aquí, junto con Moche Todd, después de 14 años de existencia y constante accionar misional de la organización que lidero” expresó visiblemente emocionado Clifford Emilio Rosa, presidente de Stichting Rancho en su alocución realizada tanto en papiamento como en castellano. El gran equipo periodístico del informativo arubiano 24Ora liderado por Nelson Andrade junto a Marko Espinoza quienes llegaron desde Oranjestad hasta Riohacha, documentó en detalle tan especial evento.
Entre los sonidos ancestrales del armónico golpeteo de la caja como instrumento de origen africano aportado al folclor vallenato, y no sin antes escucharse un sentido jayeechi, ambos interpretados por estudiantes del programa de Licenciatura en Etnoeducación e Interculturalidad, las expresiones artísticas fueron las encargadas de abrir el sendero de bienvenida para que Monche Todd llegara hasta el atril desde donde impartiría de manera extraordinaria, no solo parte de lo que ha sido su fructífero paso por la academia como testimonio vivo de la importancia de la identidad de los pueblos caribeños, si no también del lenguaje como expresión de resistencia, libertad, resiliencia y reivindicación de lo autóctono, del reconocimiento del largo camino de supervivencia cultural transitado por los pueblos originarios, y de la necesidad de investigación, conservación, visibilidad y protección, a través de la academia y de la educación como motor de transformación social, al servicio de las invaluables manifestaciones culturales.
La tarde del jueves 12 de septiembre de 2024 quedará para siempre como una fecha de grata recordación para quienes presenciamos ese histórico momento, no solo por el significado que tiene para Ramón Todd Dandaré, el hecho de haber cumplido un sueño, sino también, por el inmenso valor de los vastos conocimientos generosamente compartidos por tan destacado personaje, quien merece volver una y otra vez a esa alma mater y a su tierra, como el gran héroe del conocimiento que es. Un inimitable defensor de la cultura, la identidad y la lingüística del gran Caribe, testimonio vivo de los lazos fraternos que unen a La Guajira con las islas de Aruba, Curazao y Bonaire, dedicado investigador y noble figura de la academia que deja huella y transforma, asumiendo encomiables causas como la que él ha representado por varias décadas ante el mundo.
Gracias señor Monche por ser profeta en su tierra y por hacer este viaje prometido a sus coterráneos para reconocer, visibilizar y valorar más su labor en el Caribe, como el extraordinario ser humano, familiar, líder cívico, investigador, docente y misionero de la sabiduría lingüística y cultural que es. En palabras del poeta Vito Apüshana: Si vuelve a nuestra tierra descansará bajo la sombra de nuestro respeto. En nombre de nuestro hermanos de Woumain (nuestra tierra) y desde lo más profundo del corazón: ¡Masha Danki!.