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El Plan de Desarrollo de La Guajira

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Por Luis Guillermo Baquero

Gerente Mesa Más La Guajira

La semana pasada, la Asamblea del departamento de La Guajira aprobó el Plan de Desarrollo 2024-2027, denominado «Cumpliendo la Palabra». Este documento, que traza la hoja de ruta del departamento para los próximos tres años y medio, tiene como objetivo impulsar el desarrollo integral del territorio, la diversificación productiva y la competitividad.

Los retos de La Guajira son numerosos, costosos y urgentes. Sin embargo, tras un proceso participativo que involucró a diversos actores y sectores sociales en distintos municipios, se consolidaron unas líneas estratégicas que traducen los micro problemas en soluciones de impacto colectivo.

Existe el cliché de que La Guajira está sobrediagnosticada, y por ello, algunos consideran innecesario centrarse en discusiones sobre sus problemas. Pero aunque los problemas persisten desde hace décadas, fenómenos recientes como la COVID-19 y la migración venezolana han cambiado constantemente el panorama y la forma de abordarlos. El Plan de Desarrollo 2024-2027 aborda estos desafíos de manera adecuada.

En la línea estratégica de prosperidad económica y gestión del conocimiento, el plan propone diversificar la economía y promover la competitividad del departamento. Se enfoca en impulsar la innovación y el desarrollo tecnológico en los sectores productivos, fomentar la formación y capacitación para mejorar la productividad y el empleo, valorar el conocimiento tradicional y promover su integración con el conocimiento científico.

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Se abordan temas clave como la asistencia técnica y el apoyo financiero al sector agropecuario, así como la infraestructura para el turismo. Sin embargo, la escasez

de recursos limita la planificación de intervenciones de gran impacto en estos sectores.

Destaca la presentación por parte del gobierno departamental de la culminación de la Represa del Río Ranchería como una herramienta crucial para la seguridad alimentaria del territorio. No obstante, surge la interrogante sobre su compatibilidad con la recién anunciada licitación del Ministerio de Vivienda para los estudios y diseños de una línea de conducción de agua potable para la media y alta Guajira. Es importante recordar que en 2021 la Agencia de Desarrollo Rural firmó una actualización de estudios y diseños para el proyecto multipropósito. Sería crucial tener esa claridad.

Frente a los usos de los recursos del Sistema General de Regalías, se estima que la Gobernación tendrá un presupuesto de 747.000 millones de pesos para el cuatrienio, pero en el plan presentan una serie de iniciativas o ideas de proyectos que podrían llevarnos al mismo error de gobiernos anteriores de atomizar estos recursos en proyectos pequeños y de bajo impacto. Lo ideal sería priorizar unos pocos, pero de mayor impacto para la productividad y el desarrollo del departamento.

Luego de la aprobación del Plan de Desarrollo, viene lo más importante: la ejecución. Las sectoriales de la gobernación son finalmente los ejecutores de la hoja de ruta, en ese sentido, qué importante será el empoderamiento por parte de estos equipos de sus metas a cumplir y el seguimiento que se le haga desde lo gerencial. Deben darle continuidad, pero sobre todo empoderar a una unidad de seguimiento a las metas del cuatrienio. No tiene sentido formular un buen plan si no es para que las acciones de gobierno giren en torno a este. El plan de desarrollo no puede ser únicamente responsabilidad del departamento administrativo de planeación y su director, debe ser un propósito conjunto de la entidad.

Lastimosamente, lo público se convierte en un ejercicio de apagar incendios diarios que no permite concentrarse en lo realmente importante y estratégico. Hoy, por ejemplo, la Secretaría de Gobierno y la de Asuntos Indígenas Departamental se dedican principalmente a levantar bloqueos. Ojalá se logren los acuerdos y cumplimientos para centrarnos en ejecutar lo que va a transformar nuestro departamento.

La Guajira es ahora o nunca. Es el momento de unirnos como territorio y unir capacidades para convertirnos en un referente de crecimiento, progreso y resurgimiento. Tenemos un sinfín de organizaciones internacionales, empresas privadas y gobierno nacional dispuestos a ayudar. Debemos lograr que estos aportes apunten al cumplimiento del plan de desarrollo del departamento de La Guajira. Este podría ser un excelente punto de partida para generar confianza y materializar de una vez por todas la articulación de la que siempre hablamos, pero poco practicamos en la ejecución de acciones.

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