Por Fredy González Zubiría.
A finales del siglo XIX los hermanos Weeber, empresarios con casas comerciales en Curazao y Riohacha, inician la importación de Nueva York de medicinas y de Agua Florida, en esa época sin energía eléctrica, la colonia se convirtió en el refrescante más popular de Riohacha.
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Todo iba bien con el negocio del Agua Florida hasta que en la primera mitad del siglo XX, a alguien se le ocurrió bañar con esa colonia a un difunto de la familia para disipar el olor a formol, algunos de quienes asistieron al velorio les agradó la idea y la imitaron.
De un momento a otro, en ciertos círculos sociales el Agua Florida pasó de ser el refrescante de los vivos al perfume de los muertos.
En 1948 la compañía Curacao Laboratories, estableció la fábrica del Alcolado Glacial que empezó a llegar a La Guajira directamente y luego vía Aruba, la cual reemplazó al Agua Florida como refrescante popular.
En los años 60, cuando se extendió la venta en Maicao de aires acondicionado, adquiridos en la Casa Japonesa de Maracaibo, algunos le empezaron a llamar al Alcolado Glacial: el aire acondicionado de los pobres.
