Tras los múltiples desafíos en los que se ha visto envuelto Cerrejón desde el año 2019, teniendo que sortear desde la baja de los precios del carbón en el mercado internacional, la pandemia por covid-19 y las protestas tanto de empleados como de ciudadanos por temas ajenos a la empresa, lo que representa pérdidas millonarias, la compañía se pronunció a través de un comunicado y anunció que pone en marcha medidas para garantizar su sostenibilidad entre los que se encuentra un programa de retiro voluntario a sus trabajadores.
Todo esto con el fin de ajustar la estructura de la empresa al número de personas requerido para la operación actual, y continuar de esta forma brindando beneficios a sus empleados, comunidades, departamento y a Colombia.
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“Ha sido una decisión difícil, pero enfrentamos un momento muy retador y complicado en el que debemos entender que, si la compañía no opera, perdemos todos. Por eso, más que nunca, tenemos que unirnos, alrededor de la sostenibilidad de Cerrejón, empleados, contratistas, sindicatos y autoridades”, afirma la compañía en un comunicado.
Además, precisó que desde comienzos de 2019, está sufriendo el impacto de la reducción de la demanda internacional y la caída de los precios del carbón. Esta situación llevó a la compañía a iniciar la implementación de un plan de transformación que, de manera responsable, asegure la sostenibilidad de la misma.
Argumenta también que durante la pandemia hubo que parar la operación durante 42 días y que a esto se le agregó la huelga que, por 91 días, realizaron los trabajadores, tiempo durante el cual no hubo exportación de carbón, sumado a ello las protestas en la vía ferrea por parte de indígenas wayuu en represalia por temas que nada tienen que ver con Cerrejón.
“En 2020, en días acumulados, tuvimos más de 32 días de bloqueo, de los cuales, un solo evento fue de 20 días. En 2021, en menos de dos meses, ya hemos tenido bloqueada la vía del tren durante 12 días por una sola protesta que nada tenía que ver con nosotros. Son hechos que no solo tienen un impacto en nuestros costos, sino que también dañan la reputación de la compañía y Colombia como proveedores estables y hace que los clientes internacionales busquen carbón en otros países”, añade la multinacional.
