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Cerrejón es empleo y tradición: Juan Carrillo, un papayalero que usa con orgullo la camisa amarilla

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Juan Manuel Carrillo, el niño papayalero que soñó con trabajar en Cerrejón y hoy cumple 15 días con la amarilla puesta. En el corregimiento de Papayal de Barrancas, La Guajira, nació Juan, hijo y sobrino de mineros, nacido y criado en tierras mineras, amante de la minería y quien desde pequeño tuvo muy claro qué quería para su vida: trabajar en la industria del carbón para tener un futuro mejor. Hoy ese niño se sube al bus que lo transporta a La Mina sin creerlo un poco, pero con alegría, como quien cumple un sueño. El recibimiento de sus compañeros es como si lo conocieran de toda la vida, se siente en familia, en casa.

Juan Manuel es uno de los primeros trabajadores contratados en la convocatoria que habilitó Cerrejón para atraer personal del área de su área de influencia y cuando recibió la llamada que cumpliría el sueño del niño que algún día fue, no podía creerlo. “Desde el momento en que recibí la primera llamada fue una alegría inmensa para mí. Busqué rápidamente la manera de organizarme porque en ese contacto me dijeron que la entrevista sería al día siguiente y eso me llenó de felicidad, igual a mi familia. Recuerdo que llegué a la casa y se sorprendieron porque pensaban que estaba trabajando y cuando les dije que me habían llamado de Cerrejón se pusieron todos muy contentos. Recibir esa alegría por parte de mi familia me reconfortó mucho porque uno siente que también es un sueño para ellos”, afirmó Juan.

Lo mejor de esta historia es que escrito estaba, Cerrejón no lo eligió, desde muchos años atrás, desde su infancia, Juan Manuel ya los había elegido a ellos: “Yo elegí a Cerrejón porque es una manera de poder retribuir todo lo que minaron en mí, ya que es una empresa que me ayudó a mi formación académica y hoy estoy brindándoles un poco de mis conocimientos. Yo soy técnico en Minas e Ingeniero Civil y si se pueden dar cuenta mi perfil siempre fue orientado al tema de minería, gracias a toda la vinculación que tuve desde niño, me fui apasionando mucho y hoy en día estoy acá gracias a eso, porque siempre tuve la visión de poder ser parte de Cerrejón”.

Como lo cuenta Juan Manuel, para él hablar de un tajo, tren y carbón fue algo muy común, tuvo siempre una relación con Cerrejón gracias a su cercanía a la mina y al trabajo de su papá, gracias a ello también tuvieron muchos beneficios: “Mi familia siempre ha tenido una vinculación directa con Cerrejón, mi papá fue empleado durante 30 años en la empresa y durante todo ese tiempo mis hermanos y yo tuvimos un crecimiento muy satisfactorio porque fuimos educados y formados y por eso tenemos mucho agradecimiento con Cerrejón. Además, varios hermanos de mi papá también estuvieron trabajando con Cerrejón y a través de eso en nuestra familia nos formamos como profesionales. El sistema de salud que brindan siempre ha sido muy bueno ya que nos garantizó durante todo el tiempo de vinculación de mi papá una salud de muy buena calidad”.

Contratar a Juan Manuel en esta convocatoria para él ha significado muchas cosas, pero han existido dos palabras clave con las que, en medio de lágrimas de felicidad, ha descrito este momento: “Cerrejón para mí es empleo y tradición porque hemos venido vinculados con la empresa desde mi papá y tíos hasta hoy que estoy en representación de mis familiares que han estado con la empresa de manera directa e indirecta y es un orgullo poder heredar el trabajo que dejó mi papá. Mi padre fue operador, hoy yo soy supervisor representando a Papayal y de pronto a mis hijos les apasione más adelante con una escala mayor. Reitero que Cerrejón viene siendo una tradición en mi familia porque yo tuve todos esos beneficios, me capacité y me formé y hoy estoy haciendo parte de esta empresa y quiero que mis hijos vivan todo ese proceso que yo viví”.

Cerrejón es una empresa comprometida con el progreso de la región, por eso el 66% de sus empleados con oriundos del departamento de La Guajira. “En Cerrejón creemos en el talento de las personas de nuestra área de influencia y en los guajiros, por eso hemos abierto una convocatoria que nos permite conocer y seleccionar personal de la región que cuenten con los perfiles que requiere la compañía para las vacantes disponibles, y Juan Manuel es muestra de ello” señaló Juanita Bejarano, vicepresidenta de Recursos Humanos.

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Al niño papayalero que soñó con trabajar en Cerrejón y hoy cumple 15 días con la amarilla puesta, lo espera cada día su familia en Barrancas, una esposa y tres hijos orgullosos por los sueños alcanzados: “Para nosotros es un enorme logro de Juan, damos gracias a Dios que quiso que este fuera su tiempo y hoy nos sentimos felices por esta gran oportunidad que se le presentó. Este es un sueño de hace mucho tiempo, su padre trabajó allá y él desde niño quiso hacerlo también. Para su familia ha sido un logro acompañarlo en este proceso tan importante”, menciona Eduviana Sarmiento, esposa de Juan. Su hijo, Manuel Carrillo, también cuenta qué significa para él el ingreso de su padre a la compañía: “Tengo un orgullo porque para mi papá siempre ha sido su sueño entrar a Cerrejón y es un sueño cumplido. Toda la familia está orgullosa de él ya que mi papa cumplió su sueño de chiquito ya que mi abuelo estuvo años ahí y los sueños se cumplen”.

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