Gabo en La Guajira
Gabo vino poco a La Guajira, pero lo narrado en su obra es como si nunca se hubiera ido, de allí afirmaciones como la siguiente en Vivir para contarla su memoria novelada: “Fue el primer viaje a mi Guajira imaginaria, que me pareció tan mítica como la había descrito tantas veces sin conocerla, pero no pienso que fuera por mis falsos recuerdos sino por la memoria de los indios comprados por mi abuelo por cien pesos cada uno para la casa de Aracataca.”