Por: Abel Medina Sierra-Investigador Cultural*.
Mucho se ha publicitado en estos días en medios nacionales y regionales, una noticia esperanzadora que representa un hito trascendente en la historia de la medicina. Se trata de la presencia en Colombia, de un neuro-radiólogo venido de Estados Unidos quien estuvo en varios congresos de medicina para divulgar su novedosa técnica para salvar vidas en pacientes con accidentes cerebro vasculares, la quinta causa principal de muerte y con la estadística de ser el detonante de 1 de cada 20 muertes de adultos en el mundo.
La novedosa técnica ya probada y comprobaba en muchos pacientes, permite remover tumores, derrames cerebrales y afectaciones de la isquemia a través de una pequeña incisión del tamaño de un grano de arroz, usando un catéter del grueso de un cabello. Todo esto, apoyado en avanzados instrumentos de imagenología.
La sorpresa para muchos y orgullo nuestro, es que el llamado “sabio” de la medicina es colombiano, guajiro para más señas. Orlando Díaz Daza nació en San Juan del Cesar, se crió y estudió en Maicao donde también hizo sus prácticas en la Cruz Roja. Es médico de la Universidad de Cartagena, hizo su residencia de radiología entre Cartagena, Bogotá y la Universidad del Valle. Se fue a completar estudios en la Escuela Médica de Harvard y en el Hospital General de Massachusetts, en donde se formó en neuro-radiología intervencionista que es su especialidad.
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Este médico guajiro ha logrado forjar una gran imagen internacional por su mirífica trayectoria. Orlando Díaz Daza ha hecho parte del selecto staff de médicos del Hospital Metodista, en Houston, Texas; profesor en radiología intervencionista en el Colegio de Medicina Baylor y jefe de neuro-radiología intervencionista en el Hospital General Ben Taub. Actualmente es docente de la Universidad Cornell.
Lo que poco se ha dicho, es que antes de ser ponderado como un genio de la cirugía cerebro vascular en el mundo, Orlando Díaz Daza tenía otra pasión que aún lo seduce: la música vallenata. En Maicao se le recuerda por sus inclinaciones juveniles por esta música cuando exploraba sonidos del acordeón en el Colegio San José. Cuando se fue a estudiar a la Universidad de Cartagena, se llevó a Arnulfo Peralta, un cantante aficionado que alternaba sus escarceos del canto con la venta de lotería. En Cartagena organizaron su grupo. Luego, grabó un disco de larga duración con el cantante Eddy Gutiérrez titulado “El vallenato que no tiene igual” con canciones de autores como Marciano Martínez y Jeiman López. Al irse a Cali y luego a Harvard, se le perdió la huella musical a Díaz Daza, quien hoy ofrenda su talento para salvar vidas y así mismo cura sus fatigas oyendo vallenatos en Houston.
Pero no se trata del único caso de genios de la medicina que provienen del sustrato de la vallenatía. Si bien médicos como Otto Serge, Deimer Marín o Fernando Meneses, han conciliado la actividad musical con la rama de la medicina; odontólogos como Fabián Corrales y Peter Manjarrés se inclinaron más por el canto, hay casos que no son dato menor sino de inobjetable ponderación.
Es el caso del sanjuanero Hernán Urbina Joiro, compositor, columnista de diarios como El Universal, El Heraldo y El Tiempo. El genial autor de Tú eres la reina, La suerte está echada, Cómo te quiero e Hija y ganador de varios festivales, ha logrado que su dimensión artística crezca paralelamente con sus éxitos profesionales como médico e historiador. Urbina es médico del Colegio Mayor del Rosario, especialista en Medicina Interna del Hospital Militar de Bogotá y en Reumatología del Instituto Nacional Salvador Subirán UNAN, México. Ganador del premio nacional de medicina Merck Sharp and Dhome (1992) al mejor trabajo científico del XII Congreso Colombiano de Medicina Interna. Para refrendar su talento, ganó también el premio nacional Síntesis (1993), como mejor proyecto nacional de investigación.
Otro caso relevante, es el médico, académico y compositor vallenato, Fernando Dangond Castro, quien ha vivido en Estados Unidos. Llegó a ser escogido como uno de los 100 colombianos más destacados en el exterior, por parte de la Marca País Colombia y la Asociación Fusionarte, de Madrid.
Dangond Castro, es el reconocido autor de canciones tan emblemáticamente atadas a la tradición vallenata como Nació mi poesía, (ganadora del concurso de Canción Inédita en el Festival Vallenato), Al otro lado del mar, Águila furtiva, Así es mi Valle, Miedo al amor y Cautivo en tus redes. Ya desde 1975, con solo 13 años, se había coronado rey vallenato infantil del acordeón en el Festival de la Leyenda Vallenata. Recientemente, intérpretes como Iván Villazón han grabado nuevas canciones suyas.
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Este valduparense de origen guajiro, también es médico graduado en la Universidad Javeriana en 1987 y con credenciales que causarían envidia en cualquiera de sus colegas. En Cleveland, Ohio, se especializó como médico internista. Luego se especializa en Neurología en la Universidad de Harvard en Boston, la que no solo ejerce, sino que se hace connotado investigador y docente de tan prestigiosa casa de estudios. Nadie pensaría que un músico heredero de la savia sonora y raigambre campesina e iletrada de Francisco El Hombre, Compae Chipuco y Mile Zuleta, sería también profesor de Harvard.
Por último, vale la pena mencionar un actor que, aunque no es músico, sí goza de reconocimiento como investigador, conferencista y analista de la música vallenata. Se trata del médico fonsequero Stevenson Marulanda Plata, autor del libro “La venganza del ángel malo: raíces y alas de la música de acordeón y del vallenato”. Es un reconocido Médico de la Universidad Nacional con especialización en Cirugía General, uno de los más respetados expertos en cirugía de hígado, vías biliares y páncreas del país. Fue Gerente en Salud Pública de la Universidad del Rosario, dos veces Presidente de la Asociación Colombiana de Cirugía, miembro de la Sociedad Colombiana de Gastroenterología, fundador y primer presidente del Colegio Médico Colombiano, jefe del Departamento de Cirugía General del Hospital Universitario de la Samaritana. Su densa y notable experiencia en la medicina y el quirófano, su trabajo formativo como docente de cirugía de pre y postgrado de la Universidad Nacional durante más de 20 años, su trayectoria como conferencista, investigador y científico lo promueven como una estrella de la ciencia médica a nivel nacional e internacional. Ha sido galardonado con premios y distinciones nacionales e internacionales en muchas ocasiones en exaltación al desarrollo de novedosas técnicas personales de cirugía y unos 30 trabajos de investigación.
Estas albricias, nos hacen apreciar al vallenato no solo como reserva de sano alimento del alma y como constante espiritual de nuestra provincia, sino como fuente de cura para para el cuerpo desde el saber hacer, la disciplina académica y el rigor investigativo de sus actores y cantores. El vallenato también festeja la vida desde la pasión sanadora de sus protagonistas.
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