En el año 2023, el Banco de Alimentos de la Diócesis de Riohacha (BALG), entregó 843,5 toneladas de alimentos en el departamento de La Guajira, logrando impactar a más de 63.000 personas en todo el territorio.
Uno de los propósitos de los Bancos de Alimentos de Colombia es rescatar alimentos del sector industrial, retail, comercio y del agro, ya que con la comida que se desperdicia en el país cada año, se podría alimentar, ocho veces a la población de La Guajira, con las tres comidas diarias.
Rebeca Badillo Jiménez, directora del Banco de Alimentos de la Diócesis de Riohacha, aseguró que el 2023 fue un año crítico para la seguridad alimentaria y nutricional del país, aclarando que, aunque las cifras de país disminuyeron, La Guajira continúa encabezando los niveles más altos de inseguridad alimentaria: “En nuestro departamento, se reportaron los indicadores más alarmantes del país en muertes por desnutrición infantil, por lo cual nuestra lucha cobró mayor fuerza, intensificando nuestra gestión social de programas y proyectos a través de lo cual atendimos permanentemente a 23.665 personas, incrementando acciones sociales con soluciones integrales para el desarrollo de las comunidades”.
Desde 2018, cada 7 de junio, se conmemora el Día Internacional de la Inocuidad de Alimentos como una iniciativa de la Asamblea General de las Naciones Unidas, fecha en la que como banco de alimentos reafirman su compromiso con la seguridad y control preventivo de la calidad de los alimentos desde su rescate hasta el consumo final por los beneficiarios.
Desde el programa Reagro (Rescate de excedentes del agro), lograron rescatar 44.183 kilos, una solución de país para reducir las pérdidas de alimentos y la oportunidad de entregar productos con alto valor nutricional, permitiéndoles ofrecer a los beneficiarios el 63% de alimentos saludables, entre los cuales se encuentran las 159 organizaciones comunitarias, 13 parroquias, 5.259 familias, 31 comunidades indígenas y campesinas vinculadas al BALG.
Una de las grandes “bendiciones” del 2023, como así lo expresa la mencionada directora de la entidad diocesana, ha sido la ejecución del macroproyecto Propósito APT (Alimentos Para Todos), el cual busca transformar comunidades vulnerables rurales en territorios alimentariamente seguros. Una apuesta social integral para el impulso socioeconómico de las comunidades intervenidas, que contempla la puesta en marcha de diferentes unidades productivas con encadenamiento productivo con el Banco de Alimentos, involucrando y comprometiendo a sus miembros como actores fundamentales de su propio desarrollo.
“El apoyo de nuestros aliados fue fundamental en el proceso de abordar nuevos retos con propuestas innovadoras que apunten a la seguridad alimentaria y nutricional, muestra de esto, fue la conformación de la Red de Emprendedoras BALG, con 202 mujeres impactadas con el fortalecimiento de sus micronegocios de subsistencia a través de la capacitación y entregas de productos, el Banco de Hilos, con 402 tejedoras y 150 tejedores complementarios, impactando a 395 niños y niñas beneficiarios del programa Banco de Hilos, de los cuales 150, contaron diariamente con alimentación complementaria diaria en sus comedores comunitarios”, sostuvo la directora, Rebeca Badillo Jiménez.
Más de 400 benefactores facilitaron el acceso a alimentos y productos para el hogar de los beneficiarios, asimismo, en la entrega de raciones alimentarias calientes en comedores comunitarios, en Puntos de Alimentación Satélites -PAS-, en las ollas alimentarias del programa Alimentando Comunidades, en el programa Desayunos Saludables, en las entregas especiales de mercados a familias en extrema pobreza y para fortalecer las iniciativas productivas que desarrollan en pro del sustento familiar de los participantes.
Badillo Jiménez resalta que es un orgullo para la entidad, ser considerada como un gran referente de gestión social en el territorio, encaminado al desarrollo de las comunidades, organizaciones y líderes que los acompañan en la lucha contra el hambre y las pérdidas y desperdicios de alimentos.
“Damos gracias a Dios porque los logros en el 2023 fueron resultado del trabajo responsable del equipo de colaboradores, voluntarios, aliados y benefactores; reiterándoles nuestros agradecimientos e invitación a seguir en la misma barca de la Diócesis de Riohacha, para que juntos podamos seguir nutriendo vidas en los más necesitados de La Guajira”, puntualizó la directora.
Para más información sobre cómo apoyar la labor del Banco de Alimentos de la Diócesis de Riohacha – La Guajira, ya sea para realizar donaciones o sumarse para la erradicación del hambre y la malnutrición, ingrese a www.balguajira.org