Por: Luis Eduardo Acosta Medina*
“Yo soy guajiro y vivo orgulloso de mi región, que solo olvido ha tenido siempre de la nación”
El aparte transcrito corresponde a la canción titulada “Soy guajiro” de la autoría de Julio Oñate Martínez incluida por los Hermanos Zuleta en el LP titulado “El cóndor Legendario” el cual dieron a conocer del público en noviembre de 1977, en la cual además de describir al Guajiro como descendiente de gente noble y raza bravía, igual lo hace referencia del hombre nacido en la península como afamado guapo, y hace la justa reclamación a aquellos que los critican pero olvidan que quien reparte nunca a La Guajira le ha dado nada; he recordado esa canción a propósito del tema que ocupa nuestra atención .
Mientras me tomaba el chorrito de café de rigor en uno de los ocho velorios a los cuales asistí durante el mes de diciembre reciente pasado pude percatarme de una conversación que no era conmigo pero me metí y además metí la cucharada, claro lo hice porque en nuestros pueblos no es mala educación entrometerse en las conversaciones ajenas.
El asunto es que el tema que ocupaba la atención de mis nuevos contertulios era la ausencia de canciones de protesta social en los nuevos trabajos de intérpretes de música vallenata, yo que tenía la oreja pará, entendí que en esa charla faltaba yo, de inmediato me integre a la discusión en la cual concluimos que por fortuna no es que a nuestros compositores se les haya secado el pozo de la sensibilidad en el fértil terreno de su inspiración, sino que desafortunadamente las agrupaciones graban solo lo que interesa a las disqueras, y a estas solo les importa lo que les está dando plata, y por la preocupante influencia champetera lo que se vende no es la música de escuchar sino la de brincolear.
En el pasado fueron grabadas y se mantienen como obras musicales emblemáticas canciones de Hernando Marín como La ley del embudo, Los Maestros, castigo de Dios, Los maestros y La dama guajira entre otras, igual se destaca Romualdo Brito a quien Diomedes le grabó “Yo soy el indio”, Adanies con Ismael Rudas le grabaron “ El cantor de los indios”, el mismo Adanies con Héctor en su albun titulado “Pico y espuela” incluyeron una canción de protesta y llamado a la reflexión ante la violencia post marimbera, también merece destacarse la canción titulada “Grito en La Guajira” de la autoría del gran Beto Murgas que tuvieron el acierto de incluir Juan Piña y Juancho Rois en la única producción que hizo esa exitosa pareja musical, en ese disco el ilustre hijo de Villanueva premonitoriamente, hizo veintiún años atras una narración cantada, sentida y palmaria de la triste realidad de nuestros hermanos Wayuu.
Así mismo cada uno a su estilo y a su manera y desde su perspectiva son autores de canciones que reivindicaron el derecho constitucional a la igualdad de las personas ante la ley para todos los guajiros que sufrían entonces la discriminación derivada de la bonanza marimbera, así lo hizo Armando Zabaleta en la canción titulada “Riohacha” que en 1979 grabaron los Hermanos Zuleta cuando recordaba que “Los casos que suceden en Riohacha también han sucedido en otros pueblos pero no dan cuenta de lo que pasa allá donde están los esmeralderos que diariamente se ven desgracias, allá la gente anda es con miedo”; Romualdo también hizo lo suyo cuando pregunto en la canción “Yo soy el indio” “Entonces cual es la vaina que es lo que pasa con nuestro pueblo, el gobierno no da nada y nos censura por lo que hacemos, lo que nos da es mala fama por sus periódicos embusteros”; Julio Oñate Martínez más conocido como La biblia del vallenato en la canción “Yo soy guajiro” que los Hermanos Zuleta incluyeron en “El condor legendario” a la cual nos referimos preliminarmente dijo “Hoy me critican y hasta señala la sociedad, pero se olvidan que el que reparte nunca a mi tierra le han dado na, vivió esperando ese mañana que no
También han sido fruto de la inspiración de nuestros compositores otras canciones que sin ser de protesta social también han hecho públicos justos reclamos de connotaciones colectivas y que incomodaron a algunos sectores de la sociedad en su momento pero hoy enriquecen el acervo cultural y el anecdotario de la región, entre esas canciones se recuerda “Festival Vallenato” de Eugenio Francisco Mendoza Pitre, ese disco además de ser un homenaje de desagravio fue una la protesta musical del lastimado pueblo fonsequero en 1971 cuando fue elegido rey vallenato Alberto Pacheco Balmaceda y se dijo que el pollo vallenato fue víctima “de las garras del jurado”.
Todavía hay más porque Armando Zabaleta en la canción titulada “Aracataca espera” que incluyeron Los Hermanos López en el LP titulado “Fuera de concurso” en el año 1974 protesto a su manera por el estado de abandono en que se encontraba Aracataca, y lamentaba que García Márquez “en vez de darle un colegio que necesita su tierra, lo que hizo fue dar un premio que se ganó en Venezuela”.
Lo anterior para significar que si bien son algunas de las canciones mencionadas tan viejas como las pantaletas de bolitas también es cierto que a pesar del proceso de champetero en que se han metido muchos intérpretes de música vallenata, cualquiera de nuestros compositores que tenga la fortuna de que le graben una canción de esa línea contestataria puede pegar, lo difícil es encontrar una disquera a la cual el asunto le suene, mientras que eso no suceda las canciones vallenatas de protesta seguirán desterradas.
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