- Las empresas Dow y Carvajal Empaques unen esfuerzos para hacer realidad el Proyecto Riviera, iniciativa que busca consolidar un modelo de economía circular y tiene como meta alcanzar 100 toneladas de residuos aprovechables en su primer año.
El Caribe Colombiano se caracteriza por ser un territorio de altísima diversidad donde convergen riquezas culturales, étnicas, ecológicas e hídricas, lo que lo convierten en un paraíso terrenal digno de cuidado y protección. Precisamente con el objetivo de preservar esta región del país, nace el Proyecto Riviera, una apuesta de economía circular, patrocinada por Dow y Carvajal Empaques. Esta iniciativa busca consolidar un modelo efectivo de gestión de residuos sólidos para subsanar las necesidades ambientales de Palomino, derivadas principalmente de la actividad turística.
El destino turístico de Palomino, ubicado en el municipio de Dibulla en la frontera que divide los departamentos de La Guajira y Magdalena, ha sido foco del crecimiento acelerado del turismo. Según el Centro de Información Turística del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, desde el 2016 ha registrado en promedio 25.000 visitas anuales de visitantes extranjeros no residentes, lo que ha impactado positivamente a la región. Sin embargo, esto también ha generado una problemática imprevista: la ausencia de un mecanismo eficiente de tratamiento de residuos. Actualmente, Palomino genera más de 600 toneladas anuales de residuos sólidos de las cuales 280 tienen el potencial de ser aprovechados mediante la actividad del reciclaje. (*Cálculos internos del proyecto apoyados en PGIRS 2016 de municipio de Dibulla)
Riviera tiene como meta alcanzar 100 toneladas de residuos aprovechables (equivalente al 36% del total generado) hasta el mes de abril, cuando el proyecto completa su primer año de operación. La ruta de recolección selectiva que logra este objetivo, es operada por los mismos recicladores de la zona, quienes están en proceso de formalización a través del proyecto.
Es de resaltar, que la principal meta consiste en lograr que el modelo de economía circular quede instalado en la comunidad de Palomino, de tal manera que sea sostenible, impacte en la generación de ingresos de los recicladores de oficio y contribuya a la gestión efectiva de los residuos que se producen en el territorio. Esto implica acciones como la sensibilización de 3.000 personas del corregimiento y territorios cercanos mediante diversas capacitaciones y talleres, a la fecha 1.879 han participado.
Para alcanzar los objetivos trazados, Dow como patrocinador y Carvajal Empaques, como líder en la implementación de proyectos de economía circular, unen sus esfuerzos para co-crear cadenas de valor bajo premisas de inclusión social. Todo esto alrededor del aprovechamiento de residuos inorgánicos como el cartón, metal, papel, plástico y vidrio, entre otros.
La colaboración es la piedra angular del Proyecto Riviera, actualmente trabajan de la mano con la comunidad, hoteles y restaurantes para que aprendan sobre la correcta gestión de residuos dentro de sus establecimientos, de manera que entreguen adecuadamente a los recicladores y así ellos puedan operar satisfactoriamente sus rutas, explica Isabel Mancera, parte del equipo coordinador.
El proyecto Riviera cuenta con 3 elementos clave: la educación, como elemento dinamizador alrededor del tratamiento de residuos sólidos para la población en general y para instituciones educativas; la sensibilización mediante actividades como limpieza de playas, concursos, capacitaciones, estrategias lúdicas, y el fortalecimiento de las asociaciones de recicladores de oficio de la región tanto en infraestructura como en acompañamiento y capacitación, buscando garantizar su sostenibilidad en el tiempo.
“Queremos que las comunidades costeras, que tienen como principal actividad económica el turismo, apliquen prácticas sostenibles a través de modelos de gestión de residuos aprovechables. Además, buscamos hacer del reciclaje inclusivo un foco de integración, que permita a los recicladores de oficio comprender la dinámica de los residuos, desde un marco normativo y con el aval de las instituciones locales”, expresa Nicolás Sarria, director de sostenibilidad de Carvajal, uno de los aliados con experiencia en la implementación de modelos de economía circular.
Carolina Jaramillo, representante legal de la organización de recicladores de Palomino (Fundarapa), y Rubén Meryteran, uno los integrantes del colectivo destacan el impacto social del Proyecto Riviera, haciendo especial énfasis en la dignificación del reciclador de oficio y en la generación de oportunidades, que impactan positivamente la calidad de vida de las comunidades.
“Modelos como Proyecto Riviera buscan fomentar una economía circular basada en la generación de impacto social, ambiental y económico. Tener en la Riviera del Caribe colombiano una iniciativa modelo como esta, que pueda ser validada y posteriormente replicada, refuerza nuestro compromiso de contribuir con la gestión de los residuos y cerrar el ciclo del plástico”, señala Maria Paulina Sandoval, gerente de sustentabilidad del negocio de Plásticos y Empaques de Dow.
Las expectativas del proyecto Riviera son optimistas, pues espera alcanzar posibilidades de escalabilidad que le aporten solución a la problemática asociada a la mala disposición y desconocimiento sobre el aprovechamiento de los residuos sólidos, presentes en diversas zonas de Colombia.
Proyecto Riviera: una iniciativa que transforma vidas
En cuanto llegó a Palomino, Rubén Meryteran, miembro de Fundarapa, se enamoró del territorio. Sin embargo, también le sorprendió la cantidad de desechos y contaminación generados por la actividad turística de la zona, lo que lo motivó a dedicarse al reciclaje de oficio de manera empírica, en primera instancia.
Rubén recuerda que todo lo que sabía acerca del reciclaje se lo había explicado su mamá, motivo por el cual destaca la importancia de proyectos que busquen crear consciencia en la comunidad.
“El Proyecto Riviera ha significado una oportunidad de aprendizaje y dignificación de nuestro oficio. Hemos recibido talleres en separación de materiales, su importancia y significado. Ahora estamos mucho más formalizados; las personas nos ayudan, nos valoran y nos ven distinto”, asegura.
Actualmente, cuentan con materiales de protección como botas, gafas, guantes y un uniforme que los identifica como un colectivo en pro del medio ambiente. Además, poseen el conocimiento para realizar campañas de concientización acerca del manejo de residuos.
Rubén realiza un llamado a la comunidad y a los establecimientos comerciales de Palomino para que participen activamente en el proceso de manejo de residuos, así como en la correcta disposición de estos. “Si todos trabajamos en la misma sintonía vamos a garantizar una vida sana tanto para nosotros como para las futuras generaciones. Los seres humanos debemos tomar consciencia de los desechos que generamos y que es posible prologar su vida útil, mientras cuidamos el planeta” puntualizó.
