Por Keidy Barrios M.
El Centro de Educación Continuada y el Centro de Derechos Humanos del Caribe de la Universidad del Norte realizaron el 30 de octubre el lanzamiento del diplomado en Masculinidades corresponsables y no violentas en el Caribe, Bajo Cauca y Pacífico, cuyo objetivo principal busca un cambio al modelo de masculinidad, enfocado en contribuir a reducir la violencia contra las mujeres y la población LGBTQ+.
El proyecto, liderado por el profesor Javier Tous, de la División de Derecho, Ciencia Política y Relaciones Internacionales, financiado por la Cooperación Internacional de USAID del programa Generando Equidad, se desarrollará durante las tres primeras semanas de noviembre en tres regiones de Colombia: el Bajo Cauca, Montes de María y Tumaco. Durante el evento inaugural se llevó a cabo un conversatorio en el salón 12G2, en donde docentes del Departamento de Derecho y expertos en políticas públicas y derechos humanos dialogaron sobre cómo los estereotipos ligados a la idea de qué es un hombre o qué es una mujer tienen una repercusión directa en violencias sociales y culturales basadas en género.
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«Hay un ejercicio de poder del hombre sobre la mujer, que no deja hablar de una violencia estructural sobre las mujeres en contextos históricos y geográficos que necesita ser superado mediante la reafirmación de las diferencias», mencionó Viridiana Molinares, escritora y profesora de Uninorte, durante el coloquio donde se analizaron dos textos sobre violencia hacia la mujer: «Cuerpos que cuentan» y «Las noches de Cecilia», buscando ejemplificar casos de mujeres violentadas.
El diplomado inició el 2 de noviembre con el grupo de Montes de María, con un espacio donde la comunidad masculina realizará procesos de introspección que le permitan trabajar una idea de masculinidades corresponsables y no violentas.
Molinares mencionó que el trato que fomenta durante sus clases es de ‘mujer’ y que esto no influye en conductas que vuelvan inferior su posición. “A mí me tienen que dar las mismas condiciones y oportunidades de ser dentro de los espacios públicos y privados. De desplegar mi ser mujer, pero no tratándome igual que un hombre, porque somos diferentes”, enfatizó.
Asimismo, Ana Daza, experta en formulación, evaluación y gestión de proyectos para el acceso a derechos y desarrollo de normas en contextos de emergencias o riesgos, enfatizó sobre la violencia que se vivieron en los ascensos a comandantes mujeres de las FARC.
“Hubo muchas mujeres que llegaron a ser comandantes de las FARC, tuve la oportunidad de entrevistar a varias de ellas, más de la mitad llegaron a la comandancia porque habían sido víctimas de violencia sexual”, enfatizó Daza.
Durante el conversatorio también se recalcó la necesidad de masculinizar la personalidad femenina para poder expresar poder en las mujeres. «Si uno quería tener el poder de la palabra en un contexto masculino, teníamos que comportarnos como hombres o había que tratar mal a otras mujeres”, puntualizó Ana.
De acuerdo con Luciano Ramos, consultor internacional en género para el programa Generando Equidad, para hablar sobre masculinidad se debe entender que cada hombre es una masculinidad diferente. «Comprendiendo que la masculinidad negra es muy distinta a la masculinidad blanca, de indígenas y afro indígenas. Es necesario usar estrategias específicas para cada grupo de masculinidad”, afirmó Ramos.
Por último, los panelistas resaltaron la importancia que tiene el tema de la masculinidad corresponsable dentro de los espacios escolares y universitarias, “El papel de las instituciones de educación, desde el niño hasta la academia, son importantes para cambiar la práctica del modelo de masculinidad social que tenemos”, concluyó Ramos.
