Los cambios a un estilo de vida saludable se pueden hacer de un día para otro, pero lo importante es poderlos mantener en el tiempo y lograr que esos cambios sean duraderos, por esta razón lo primero que deben hacer es tomar la decisión por su salud, cuando nos concentramos en mejorar la salud nos enfocamos en beneficios para nuestro organismo que se ven reflejados en los aspectos físicos y emocionales.
Con frecuencia nos pasa que decidimos empezar a hacer ejercicio, empezamos con una motivación y energías increíbles y la primera semana queremos acabar con todas las máquinas del gimnasio, somos juicioso, pero con el pasar de los días empezamos a no ir al gimnasio, le damos prioridad a otras cosas y lentamente lo abandonamos hasta volver al sedentarismo.
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Lo mismo les pasa a muchos con la alimentación, quieren ver los beneficios de comer sanamente en una semana, quieren bajar de peso en 20 días y por eso inician motivados con el tema, cambian todas sus prácticas de mala alimentación de un día para otro, el primer día no toman gaseosas, no comen carbohidratos, no comen azúcar, toman mucha agua, pero a los 20 días muy probablemente estarán comiendo igual de mal que antes y volverán a los malos hábitos de alimentación y el peso perdido en 20 días lo volverán a recuperar.
Por eso es importante que todo lo hagan de forma gradual, de uno en uno, que cada cambio que hagan sea de manera pausada, dándole tiempo a su cuerpo, a su mente y a ustedes para asimilar cada cambio. Es mejor hacer pequeños cambios pero que sean duraderos. Un ejemplo, si usted consume gaseosa todos los días empiecen primero por no tomarla un solo día, cuando se adapte retírelas otro día adicional, y cuando nuevamente se adapte repita este proceso hasta que las elimine totalmente de su vida o las consuma muy ocasionalmente, así lentamente van construyendo un hábito.
Otro cambio muy importante en este proceso es “comer comida real y evitar el consumo de alimentos ultraprocesados. La comida real son los alimentos mínimamente procesados; el ingrediente del alimento es el propio alimento, mientras que los ultraprocesados son mezclas de varios ingredientes, más de cinco, y entre ellos destacan los azúcares añadidos, las harinas y aceites vegetales refinados, los aditivos y la sal, nada saludables”, explica el nutricionista Carlos Ríos.
Ríos, es el autor de ‘Come comida real’, una guía para transformar nuestra alimentación y, por tanto, nuestra salud practicando el ‘realfooding’, que no solo es un estilo de vida, sino un movimiento que defiende la alimentación saludable “frente al lado oscuro” de la industria alimentaria.
¿Por qué son tan nocivos los ultraprocesados?
1. Tienen cantidades excesivas de azúcar.
2. Contienen alta cantidad de harinas refinadas.
3. Están hechas con aceites vegetales y grasas trans. La combinación de estos 3 elementos ha sido denominada «La tríada de la mala salud y la enfermedad».
4. Además tienen cantidades elevadas de sal.
5. Están repletos de sustancias químicas no naturales que sirven para dar sabor, textura, consistencia y preservarlos en el tiempo. El problema es que esas sustancias tienen interacciones con nuestras hormonas y neurotransmisores, también producen alteraciones en el microbioma intestinal, hoy considerado uno de los órganos más importantes en el desarrollo de enfermedades crónicas.
6. Por si fuera poco, la mayoría de estos productos carecen de un adecuado valor nutricional.
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Por todo lo anterior, entre los cambios que hay que realizar si quieren comer saludable es empezar a comer la comida tal como la naturaleza la hizo. No importa que si son veganos, vegetarianos, cetogénicos, paleo, lo importante es escoger comida de verdad.
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