La Guajira ante la adhesión de Colombia a la iniciativa de la franja y la ruta con China

La Universidad de La Guajira, en su compromiso con el análisis de los fenómenos internacionales que impactan el desarrollo regional, destaca la relevancia estratégica de la reciente adhesión de Colombia a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), suscrita con la República Popular China el 14 de mayo de 2025. Este memorando de entendimiento establece un marco de cooperación no vinculante que aborda áreas clave como infraestructura, transición energética, agroindustria, educación, tecnología y conectividad.

Inicialmente es importante señalar que, el perfil de la canasta exportadora de China se encuentra en “dispositivos telefónicos, incluidos teléfonos inteligentes, computadoras, circuitos electrónicos integrados, automóviles y luego baterías de almacenamiento eléctrico” (World’s Top Exports 2024). Asimismo, la economía de este país asiático demanda en sus importaciones elementos como “circuitos integrados y micro ensamblajes, petróleo crudo, minerales de hierro y concentrados, oro sin elaborar, gases licuados del petróleo (GLP), productos agrícolas como soya y oleaginosas) y carnes bovinas congeladas” (World’s Top Exports 2024).

Con base al anterior perfil económico de China, y teniendo en cuenta que el departamento de La Guajira posee grandes ventajas comparativas en el sector primario y turismo, se puede afirmar que ambos destinos pueden mejorar su relacionamiento comercial bajo un enfoque de complementariedad y así, destacar las principales oportunidades: 

1) Oportunidad de impulsar las energías renovables y transición energética del departamento: La Guajira es una de las regiones con mayor potencial eólico y radiación solar del país, es decir, que entre las cinco áreas estratégicas acordadas en Pekín figura la transición energética, lo que puede facilitar la inversión china en parques y proyectos energéticos, lo que reduciría brechas de electrificación y generaría empleo local. 

Además, puede facilitar las importaciones de equipos, baterías, generadores y otros elementos en condiciones competitivas (precio, cantidad, calidad y logísticas) que aceleren la transición energética del territorio. Para ello es clave trabajar con las más de 65 empresas de energías renovables que actualmente están constituidas en La Guajira.

2) Potencial de desarrollo de corredores logísticos y ferroviarios: la longitud de la vía férrea Cerrejón–Puerto Bolívar (150 km) y su trazado recto han sido señalados incluso para trenes de alta velocidad. En este sentido, con apoyo de la BRI, podría desarrollarse la construcción o adecuación de nuevos ramales que conecten con la red nacional, y mejorar la movilidad de bienes y personas entre La Guajira y el resto del país.

3) Fortalecimiento de la agroindustria local y seguridad alimentaria: la BRI incluye cooperación agroindustrial y frente a esto, La Guajira podría impulsar la exportación de productos como camarón, atún y cacao a mercados asiáticos, para aprovechar la promesa de Xi Jinping de aumentar las importaciones de bienes colombianos de alta calidad, así mismo productos como la carne bovina y caprina. Conviene anotar que, todo esto depende de los avances en procesos de certificación y fortalecimiento de capacidades productivas.

4) Fomento al turismo sostenible y cultural: destinos como Cabo de la Vela y Punta Gallinas (el punto más al norte de Sudamérica) pueden beneficiarse de flujo turístico chino y de proyectos de infraestructura como: hotelería, caminos de acceso, señalización, en línea con la cooperación en movilidad” y tecnología” acordada.

Frente a este panorama, resulta apropiado tener presente algunos retos para el contexto

Por un lado, el hecho de que la entrada masiva de productos chinos como: textiles, electrodomésticos y maquinaria, podría afectar a la naciente industria y al pequeño comercio guajiro, por lo cual será necesario diseñar políticas de acompañamiento a emprendimientos locales para mejorar su competitividad.

De otra parte, habrá que considerar que continúa siendo un gran reto que los productores agrícolas cuenten con condiciones habilitantes adecuadas como vías, conectividad, agua y puertos) para poder comercializar sus productos, así mismo la certificación requerida para la certificación de predios exportadores ante el ICA, o la consolidación de plantas de procesamiento de alimentos con los respectivos permisos del Invima.

Paola Andsrea Vanegas Pérez