El paleontólogo Pierre-Olivier Antoine y el geólogo Carlos Jaramillo dieron apertura a una jornada en el que expertos compartieron sus estudios sobre cómo las dinámicas climáticas y geológicas influyen en la biodiversidad a lo largo del tiempo.
Por: José Luis Rodríguez R.
Durante los últimos 65 millones de años, Suramérica ha sido testigo de notables cambios climáticos a lo largo de su historia geológica, impactando de manera significativa en la flora y fauna de la región, y dando lugar a la diversificación de muchas especies. El estudio de estos cambios en el pasado fue analizado el jueves, 5 de octubre, en el evento de la Cátedra Europa «Cambio climático tropical: una mirada desde la geología».
Expertos nacionales e internacionales expusieron sus investigaciones para comprender las dinámicas climáticas a nivel global y cómo las fuerzas geológicas han influido en los ecosistemas y la biodiversidad de la región a lo largo del tiempo.
El profesor de paleontología de la Universidad de Montpellier y explorador de National Geographic, Pierre-Olivier Antoine, lleva a cabo investigaciones pioneras en la evolución y la dinámica de los ecosistemas neotropicales. Su presentación dio apertura a la jornada en el salón 21K, en la que compartió sus hallazgos sobre la biodiversidad en la selva peruana de la Amazonía Occidental, destacando cómo los cambios pasados en la región pueden arrojar luz sobre los desafíos climáticos actuales.
Durante más de dos décadas y con 42 expediciones a su nombre, Antoine y su equipo han descubierto cerca de 200 sitios paleontológicos que abarcan 70 millones de años. “Las investigaciones revelan que la Amazonía es un punto álgido de biodiversidad tanto en la actualidad como en el pasado. Sin embargo, la fauna y flora enfrentaron extinciones debido a eventos locales como el levantamiento de los Andes, y globales, como cambios en los patrones de precipitación en el Mioceno Tardío”, señaló.
A medida que sus investigaciones continúan en la selva peruana, también se expanden al altiplano de Bolivia y la Guayana Francesa, buscando comprender cómo los organismos y los ecosistemas responden a los cambios climáticos y globales. Antoine subrayó la importancia de estudiar registros fósiles para comprender la dinámica de los ecosistemas actuales y recientes.
Aunque el trabajo en la Amazonía presenta desafíos, como la limitada disponibilidad de sitios fósiles en medio de la densa selva, Antoine y su equipo están decididos a desentrañar los secretos de la región, “arrojando luz sobre su pasado para abordar los desafíos del futuro”.
Carlos Jaramillo, geólogo investigador del Smithsonian Institute of Tropical Research y profesor honorario de Uninorte, también arrojó luz sobre el impacto del cambio climático en la Amazonía, destacando cómo el nivel actual de CO2 en la atmósfera, que alcanza las 403 partes por millón, es inédito para nuestra especie, que solo tiene 200 000 años de existencia. “Para experimentar niveles similares de CO2, tendríamos que remontarnos a 4,5 millones de años atrás”, manifestó, subrayando la urgente necesidad de comprender el pasado geológico para abordar los desafíos climáticos.
El geólogo también recalcó que, si detuviéramos hoy la producción de CO2, tomaría unos 5000 años volver a los niveles previos a la Revolución Industrial. Esto implica que “la humanidad debe adaptarse a los cambios climáticos generados por sus acciones durante al menos los próximos 4000 años”.
Jaramillo enfatizó en la necesidad de estudiar el registro fósil para entender la respuesta de la biodiversidad a estos cambios. Sin embargo, la selva amazónica, llena de bosque, presenta un desafío, y es por ello que se están realizando investigaciones de vanguardia, incluyendo la perforación de núcleos de roca a lo largo del Amazonas, en colaboración con científicos de todo el mundo.
El geólogo también resaltó el uso de la inteligencia artificial, con la ayuda de redes neuronales, para transformar la forma en que se analiza el polen. La diversidad de especies vegetales en la región tropical es abrumadora, lo que dificulta la identificación del polen mediante métodos tradicionales.
Sin embargo, la digitalización y el análisis de imágenes de polen a través de microscopios controlados por computadora, así como la creación de un set de entrenamiento basado en una vasta colección de polen en internet, están permitiendo una identificación más precisa y rápida.
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