La Escuela de Verano, que se ofrece por primera vez en Colombia en convenio con la Organización Mundial de Propiedad Intelectual, es un curso intensivo de dos semanas en el que profesionales de distintos sectores conocerán sobre cómo se gestiona la economía del conocimiento
Por: José Luis Rodríguez R.
La División de Derecho, Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte, en convenio con la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), desarrolla del 15 al 26 de julio la primera Escuela de Verano de Propiedad Intelectual OMPI-Uninorte, con el propósito de que 83 estudiantes universitarios, profesionales y funcionarios públicos adquieran un conocimiento más profundo en cada área de la propiedad intelectual (PI), como instrumento de desarrollo económico, social, cultural y tecnológico.
El curso, celebrado en el salón Alejandro Obregón (13G2), consta de conferencias, estudios de caso, ejercicios de simulación y discusiones grupales dirigidas por profesionales expertos con trayectoria profesional en asuntos relacionados con la propiedad intelectual, como socios de firmas de abogados, funcionarios de entidades públicas del Ministerio de Comercio y de la OMPI.
Durante la ceremonia de apertura, el rector Adolfo Meisel destacó la importancia de la colaboración estratégica con la OMPI, enmarcada en una de las siete grandes apuestas de la universidad: consolidar alianzas estratégicas con instituciones internacionales y nacionales, así como la relevancia de la propiedad intelectual para el crecimiento económico, citando ejemplos históricos como la revolución industrial en Inglaterra.
«La innovación es la base del crecimiento económico», señaló, explicando cómo un sistema de patentes puede incentivar este fenómeno. Además, mencionó la sólida alianza de Uninorte con la Universidad de Berkeley en Ingeniería Civil, y expresó su deseo de que la colaboración con la OMPI se prolongue por muchos años, contribuyendo a fortalecer la capacidad de análisis en temas de patentes y propiedad intelectual en Colombia.
Esta escuela de verano con la OMPI, que se realiza por primera vez en Colombia, contempla secciones dedicadas a áreas específicas como patentes, derechos de autor, marcas, desafíos globales contemporáneos de la propiedad intelectual, aplicación práctica de los derechos en este campo, además de conocer la función de la OMPI en la administración y prestación de servicios mundiales de propiedad intelectual.
Alberto Madero, decano de la División de Derecho, recalcó que el objetivo del curso es reducir el desconocimiento en cuanto a la propiedad intelectual y sus beneficios, y presentó cifras sobre el estado de la propiedad intelectual en Colombia, mencionando que en 2021 se presentaron 432 solicitudes de patentes, mientras que, para septiembre de 2022, el número aumentó a 1020, equivalente a un incremento del 132 %. Sin embargo, señaló que muchas empresas aún no registran sus activos intangibles, lo que limita su potencial de crecimiento. «Estamos desaprovechando nuestras innovaciones al no registrarlas», afirmó.
Para la ingeniera industrial Carmen Cantillo, estudiante de la escuela, esta experiencia es “muy valiosa” por los conocimientos que puede adquirir para aplicarlos en un proyecto de patente que lleva desarrollando desde hace dos años y busca monetizar.
“Me dedico a la gestión de proyectos en el sector de los servicios públicos. La patente es un sistema integral de monitoreo y control que ayudará a reducir perdidas, tanto en redes principales como secundarias, así como a nivel residencial e industrial”, indicó Cantillo.
La propiedad intelectual: clave para el desarrollo económico y social en Colombia
Marco M. Alemán, subdirector General de la OMPI, desarrolló vía Zoom la charla inaugural, destacando la importancia de la propiedad intelectual a nivel global y en Colombia. Primero señaló que, a pesar de su importancia, la propiedad intelectual sigue siendo poco conocida en muchas partes del mundo, incluida Colombia. Un desconocimiento que plantea un reto significativo, pero también una oportunidad para el país de integrarse más profundamente en la economía del conocimiento.
El subdirector resaltó el interés de Uninorte en el tema de propiedad intelectual, no solo en el ámbito de la investigación científica, sino también en el área del emprendimiento. De acuerdo con Alemán, los empresarios colombianos están comenzando a incluir la propiedad intelectual como parte fundamental de su estrategia de negocios, ya que es un área del derecho con una relevancia internacional significativa que puede impulsar el desarrollo económico y social.
Alemán explicó que el sistema de propiedad intelectual ha evolucionado considerablemente desde el siglo XIX, adaptándose a los cambios tecnológicos y las necesidades de protección de las innovaciones. A través de cifras recientes, Alemán ilustró cómo el valor de los activos intangibles a nivel global ha aumentado exponencialmente, pasando de 6 trillones de dólares en 1996 a 62 trillones en 2023, un crecimiento que refleja la creciente importancia del conocimiento y la innovación en la economía moderna.
«El conocimiento es el mayor valor en nuestras economías, y la propiedad intelectual es esencial para la apropiación y explotación de ese conocimiento”, puntualizó.
Alemán también hizo hincapié en que, aunque la innovación ha crecido significativamente en los últimos años, su impacto en la productividad ha sido variable. Sin embargo, la propiedad intelectual sigue siendo un incentivo crucial para los innovadores y un motor para el progreso económico.